OPINIÓN.

MIÉTRCOLES 22-02-2023

La Política Agraria Común es una de las políticas más importantes y uno de los elementos esenciales del sistema institucional de la Unión Europea. La PAC gestiona las subvenciones que se otorgan a los agricultores y ganaderos de la UE, 58.820 millones de €, el 40% del presupuesto de la UE, de los que a España se destinan más de 5.000 millones de euros anuales.

La Política Agraria Común es una de las políticas más importantes y uno de los elementos esenciales del sistema institucional de la Unión Europea. La PAC gestiona las subvenciones que se otorgan a los agricultores y ganaderos de la UE, 58.820 millones de €, el 40% del presupuesto de la UE, de los que a España se destinan más de 5.000 millones de euros anuales.

La realidad de la PAC es que no cumple los objetivos para los que fue diseñada:

Es una oportunidad perdida. No responde a las necesidades de los agricultores/as ni a las demandas de la sociedad. Es una PAC que nace vieja: se inició en 2017, se aprueba ahora y no entrará en vigor hasta 2023.
No aborda mecanismos eficaces para la fijación justa de precios, uno de los grandes problemas de la agricultura y que es uno de las principales preocupaciones del pequeño agricultor/a. Abandona a su suerte a la juventud que quiere dedicarse al campo y no concreta las medidas de apoyo a las mujeres agricultoras.
No pone topes al Capping (cantidad máxima que se puede recibir como ayudas directas), que sigue siendo voluntario. Esto provoca que los grandes tenedores sigan acaparando las ayudas de la PAC. Sigue protegiendo a los agricultores de sofá y no se define la figura de agricultor genuino.
No acaba con la figura de los derechos históricos. Esto provoca que agricultores con derechos reconocidos en los años 90 sigan cobrando la PAC o que en 2027 puedan cobrar por derechos del año 2000.
Una PAC de espaldas a la protección del medio ambiente y a las demandas sociales. Los ecoesquemas son un fracaso. No se dotan de presupuesto ni se apoya al pequeño agricultor/a, sino que se sigue protegiendo a la gran industria que practica el greenwashing.
Existe un filtro de clase que hace que el 80% del dinero caiga en manos de grandes terratenientes. Los límites de ayudas son muy elevados (100.000€) y están configurados de forma que aún pueden aumentarse más, consiguiendo de esa forma que haya muchas familias de grandes propietarios que lleguen a recibir hasta un millón de euros en ayudas.
Pagos redistributivos complejos, insuficientes y a la baja.
Idea de hectárea elegible: Al exigir que las tierras estén preparadas para el cultivo y no cultivadas, se permite a grandes poseedores recibir ayudas sin apenas trabajar la tierra.
Los recursos para la lucha contra el cambio climático son insuficientes.