“Para ti Venancio”

José Antonio Rodríguez Cases 

 

Anduviste por tierras lejanas  dando lo mejor de ti mismo,

de ti salieron ideales vestidos de compasión y afecto,

muchos hechos que ayudaron a quienes necesitaron,

ellos te brindaron en tu camino de entrega.

Aquí en tierras cercanas no fuiste distinto,

atrevido, perseverante, humano, generoso,

quijote andando por la vida,

librando las batallas que dispusiste

fuera y dentro de ti mismo,

en las que aprendiste, seguro,

para hoy en este eterno momento,

al despedirte de este plano , hacerlo en paz.

Ojalá en la consciencia de quien se sabe unido

al amor verdadero, que todo da y recibe,

en la luz que en esencia permite que todo se manifieste .

ROJALES 08-04-2024

Fallece el misionero Venancio Ortiz, Hijo Predilecto de Rojales

El sacerdote de la Teología de la Liberación permaneció en América Latina durante 43 años

El Ayuntamiento de Rojales lamenta la pérdida de su Hijo Predilecto, misionero y sacerdote, Venancio Ortiz González, quien falleció ayer a la edad de 91 años. El funeral tendrá lugar a las 17 horas de hoy martes 8 de abril en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Rojales donde ofició su primera misa el 15 de agosto de 1959.

Venancio Ortiz fue misionero en América Latina durante 43 años, concretamente desde 1965 al 2008, año en el cual regresó definitivamente a la localidad que lo vio nacer. Colombia, Perú, Costa Rica y Panamá fueron algunos de los países donde residió. Reseñar que el Ayuntamiento de Rojales publicó en noviembre de 2022 un libro autobiográfico de Venancio Ortiz.

Muy cercano al movimiento de la Teología de la Liberación de lucha contra la pobreza y el subdesarrollo eligió según sus palabras “formar parte de esa iglesia más activa y combativa”, corriendo su vida peligro en determinados momentos debido al apoyo que mostró hacia los campesinos frente a las oligarquías económicas latinoamericanas. “Si fuera joven volvería a hacer lo que he hecho en mi vida; he sido muy feliz y he sufrido lo mismo que la gente sufría” indicó el misionero poco después de volver a España.