Medio centenar de académicos y profesionales de diferentes países respaldan un Manifiesto que insta a la cooperación con motivo del Año Internacional de la Economía Creativa 2021

TEXTO L.C.I.

JUEVES 17-09-2020

Medio centenar de miembros de la sociedad civil y de asociaciones y entidades pertenecientes al mundo académico, de la cultura, la innovación y el desarrollo socio-económico de diferentes países apoyan el Manifiesto por la Economía Creativa para el desarrollo sostenible, elaborado por el equipo de la Cátedra Iberoamericana “Alejandro Roemmers” de Industrias Culturales y Creativas (Universidad Miguel Hernández, España). El documento insta a poner en marcha una Red Iberoamericana que mantenga la cooperación con otras entidades similares europeas.

Recuerda este Manifiesto que la Asamblea General de la ONU, en su acuerdo de declaración del año 2021, reconoce que la Economía Creativa gira en torno a las actividades económicas basadas en el conocimiento y la interacción entre la creatividad humana y las ideas, el conocimiento y la tecnología, así como los valores culturales o el patrimonio artístico y cultural y otras expresiones creativas individuales o colectivas. Y que la misma declaración de las Naciones Unidas reconoce la necesidad de promover el crecimiento económico sostenido e inclusivo, fomentar la innovación y ofrecer oportunidades, beneficios y empoderamiento para todos y alienta la cooperación entre los países en todas las ramas de la actividad intelectual.

Alude también el Manifiesto de la Cátedra “Alejandro Roemmers” de la UMH al informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en el que se afirma que las industrias culturales y creativas deberían ser parte de las estrategias de crecimiento económico. También reconoce la necesidad constante de apoyar a los países en desarrollo y a los países con economías en transición en la diversificación de la producción y las exportaciones, incluso en nuevas esferas de crecimiento sostenible, mediante la promoción de sectores de alto valor añadido, promoviendo la diversificación, la modernización tecnológica, la investigación y la innovación, especialmente a través de las industrias culturales, el turismo sostenible, las artes escénicas y las actividades de conservación del patrimonio,

Entre los firmantes del Manifiesto figuran, por España: Andrés Pedreño, director del Observatorio de Inteligencia Artificial, catedrático de Economía aplicada, profesor de Economía de la Globalización, presidente de Alicantec; Antonio J. Verdú, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de Orihuela (UMH); Antonio Escudero, director del Instituto de Economía Internacional (Universidad de Alicante); Xavier Ferrer, presidente de la Asociación para el Fomento de la Economía Creativa; Elías Amor, economista, máster en gestión del sector público, presidente de Afemcual; Aitor L. Larrabide, filólogo, director Fundación Cultural Miguel Hernández; Juan Carlos Prieto, director general de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico; Rafael Martínez Campillo, abogado, especialista en Urbanismo; Joaquín Santo, historiador, conseller del Consell Valencià de Cultura; Pilar Ávila, presidenta de la Fundación Patronato Histórico de Orihuela; Alberto González Pulido, gestor cultural, abogado especializado en propiedad intelectual.

También han suscrito el documento: Mario Torres, director of European Institute of International Studies (Spain-Sweden); Guillermo A. Roemmers, escritor y empresario (Argentina); Santiago Arroyo, presidente de la Fundación Iberoamericana de Industrias Culturales y Creativas; Santiago M. Alfaro, sociólogo, director general de Industrias Culturales y Artes, Ministerio de Cultura (Perú); Carlos A. González, coordinador de investigación Observatorio Iberoamericano de la Comunicación-UAB; Silvina Freiberg, directora del área de Gestión Cultural, Facultad CC. Económicas, Universidad Nacional de Córdoba (Argentina); Gerardo Neugvosen, consultor en ICC (Panamá); Tania García Lorenzo, investigadora, consultora Economía y Cultura (Cuba); Luis González-Arenal, coordinador ejecutivo Red de Ciudades del Aprendizaje (México); Adrián Lebendiker, codirector de Proyectos de Formación en ciudades y emprendimientos creativos, Facultad CC. Económicas, UNAC (Argentina); María Gracia Meza, gestora cultural (Paraguay);Simón A. Palominos,sociólogo, consultor en Políticas Culturales, Universidad Academia de Humanismo Cristiano (Chile); Viviana Saavedra del Castillo, gestora cultural y cineasta (Bolivia); Héctor Schargorodsky, Observatorio Cultural/IADCOM, Universidad de Buenos Aires (Argentina); Carlos J. Villaseñor, consultor UNESCO, presidente de Interactividad Cultural y Desarrollo (México); y Selva Olmedo, investigadora sobre Economía Creativa, Universidad de Asunción (Paraguay).

El Manifiesto recuerda que la ONU reconoce que la comunidad internacional debe apoyar los esfuerzos nacionales de los países en desarrollo orientados a aumentar su participación en los sectores dinámicos, como las industrias culturales y creativas, por considerar que deberían ser parte de las estrategias de crecimiento económico. También insiste en la necesidad constante de apoyar a los países en desarrollo y a los países con economías en transición en la diversificación de la producción y las exportaciones, incluso en nuevas esferas de crecimiento sostenible, entre ellas las industrias creativas, comprometiéndose nuevamente a sostener y apoyar las economías de los países en desarrollo en la transición progresiva hacia una mayor productividad mediante sectores de alto valor añadido, promoviendo la diversificación, la modernización tecnológica, la investigación y la innovación, incluida la creación de puestos de trabajo de calidad, decentes y productivos, entre otras cosas mediante la promoción de las industrias culturales y creativas, el turismo sostenible, las artes escénicas y las actividades de conservación del patrimonio.

Recoge asimismo el documento una valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, reconociendo la necesidad de optimizar los beneficios económicos, sociales y culturales derivados de la economía creativa mediante la apertura de entornos propicios para la promoción de la misma, como el desarrollo de la tecnología digital, la economía innovadora y digital, el comercio electrónico, la creación de la infraestructura de información pertinente y la conectividad para apoyar el desarrollo sostenible, el aumento de la inversión de los sectores público y privado en estas industrias, así como el desarrollo de los marcos jurídicos pertinentes.