PRESENTACIÓN OFICIAL EN COX DEL GENTILICIO COJENSE

COX 06-12-2016

El Ayuntamiento de Cox, en el acto de conmemoración del día de la Constitución,

Rafael Moñino
Rafael Moñino

declara como oficial el gentilicio COJENSE para la localidad. La propuesta del nuevo gentilicio proviene de la asociación cultural Centro de Documentación, Investigación y Estudios Cojenses.

A continuación transcribimos la disertación de Rafael Moñino Pérez, Presidente de la citada asociación en el acto de presentación del nuevo gentilicio local.

            Queridos paisanos: Mi saludo más cordial a todos.

            Me dirijo a vosotros en nombre y representación de la asociación cultural denominada Centro de Documentación, Investigación y Estudios Cojenses, de la que soy Presidente, asociación que desde su creación y legalización en la primavera de 2009, entre su dedicación a los diversos asuntos relacionados con la historia y la cultura locales recogidos en sus estatutos, ha tenido una especial atención e interés por nuestro gentilicio local, gentilicio que forma parte, a su vez, del título de la asociación.

            En primer lugar, quiero agradecer y felicitar a la actual corporación municipal por su decisión de culminar un largo periodo de carencia en una importante faceta cultural de nuestro pueblo, rompiendo una larga tradición de indiferencia en asunto tan importante como dotar a Cox de un gentilicio adecuado y acorde con su grafía y fonética históricas.

            Asimismo, quiero manifestar mi agradecimiento a los miembros de la asociación cultural que presido por el mutuo apoyo y colaboración habidos desde su creación, sin lo que hubiera sido harto difícil, tal vez imposible, este ansiado momento. Otras personas, fuera de la asociación, han colaborado también activamente; a ellas, pues, mi sincera gratitud.

            Pero la preocupación de algunos miembros de nuestra asociación por este asunto no es de ahora. Hace bastantes años, quien les habla y unos cuantos amigos empezamos a interesarnos por esta cuestión. Como primera referencia escrita, les leo el principio de un párrafo del artículo titulado “Sobre el gentilicio de Cox” publicado en nuestra revista de fiestas locales de 1984, que dice lo siguiente: “De todas las posibles palabras derivadas, la que mejor parece acomodarse a definir a los habitantes de Cox es el gentilicio COJENSE”. Han pasado ya 32 años desde entonces. El camino ha sido largo, y a veces dificultoso, pero valió la pena recorrerlo por la alegría de llegar a la meta.

            No me extenderé en las razones y pormenores que justifican la necesidad que tenía Cox de contar con un gentilicio coherente que colmatara la laguna cultural de su carencia, ni tampoco en los inconvenientes que conlleva su ausencia en el trato diario para cualquier pueblo y sus relaciones con los demás: ambas cuestiones serían largas y prolijas de explicar, y no es este el momento. Bastará, para ver el sinsentido de la situación (y espero que estemos todos de acuerdo en esto), con el relato que haré de un suceso que me contaron, anecdótico pero significativo, el cual, aunque no pasa de ser uno más de los que suelen darse en situaciones confusas -a veces cómicas- por falta de reglas claras y definidas, conviene detenerse y valorarlo en su justa medida. Es el siguiente: Sabéis que en el protocolo de renovación de obispos de nuestra diócesis, Cox tiene el privilegio de ser la puerta de entrada a la misma, y por eso los nuevos prelados visitan nuestro pueblo antes de tomar posesión de su sede episcopal, Orihuela. Hace años, con ocasión de esta visita a Cox, el nuevo obispo, antes de dirigir la palabra al pueblo preguntó con cautelosa discreción a quienes en ese momento tenía más cerca cuál era el gentilicio local. Pero comoquiera que la respuesta fue harto dubitativa, insegura y poco clara, el prelado, con la proverbial prudencia y sabiduría propia de los dignatarios eclesiales, nos llamó “hijos de Cox”. O sea, lo de siempre, lo que tradicionalmente se nos ha dicho desde cualquier tribuna, ya fuera política, cultural o religiosa: Hijos de Cox; expresión grata a nuestros oídos, porque lo somos naturalmente, y de lo cual nos sentimos orgullosos los aquí presentes que vimos la luz en este lugar, y nos esforzamos, cada cual en su medida, por su progreso y engrandecimiento.

            Pero, anécdotas aparte, además de ser hijos de Cox y alegrarnos de serlo, también somos ciudadanos, y como a tales nos corresponde tener un gentilicio, un modo de llamarnos y de ser llamados por los demás, un título común que esté en consonancia con el significado, la grafía y la fonética históricas del nombre de nuestro pueblo. De estas tres cosas: significado, grafía y fonética, la primera, el significado, se desconoce. Pero la grafía, o sea, las letras que lo forman, y la fonética, su sonido, están bastante bien estudiadas, aparte de por nuestra humilde aportación investigadora, por eminentes filólogos como Casares Sánchez, Criado del Val, Sanchís Guarner, Llobregat Conesa y Segura Llopes.

            En resumen, y para terminar, de todo ello resulta que el vocablo COJENSE, que ya proponíamos hace 32 años, y que hoy se presenta públicamente como gentilicio oficial de Cox, es, entre los derivados posibles del nombre de nuestro pueblo, el que mejor se adapta a nuestras necesidades, reuniendo además dos características favorables: fácil pronunciación frente a otros parecidos de mayor dureza, y género neutro; es decir, aplicable, sin distinción y por igual, al hombre y a la mujer naturales de Cox.

            Esto es todo. Gracias por su atención.