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DISCURSO INTEGRO DEL ALCALDE DE ORIHUELA, MONSERRATE GUILLÉN QUE SE  REINCORPORA A LA ALCALDÍA

ORIHUELA 04-03-2015

Les he convocado, obviamente, para informar de mi reincorporación a la Alcaldía de Orihuela. Aunque los intentos para reincorporarme han sido varios, he decidido esperar hasta que los médicos han aprobado mi vuelta al trabajo. Ha habido algunas complicaciones de última hora que han retrasado mi reincorporación, cosa que nunca he desechado, ya que creía importante volver al trabajo durante estos últimos meses para poder concluir con mi mandato como creo que es conveniente. En este sentido, quiero valorar y agradecer el trabajo de Antonio Zapata durante estos meses. Por sorpresa,  tuvo que hacerse con la Alcaldía y creo que todos somos conscientes de la gran labor que ha desarrollado. De igual modo, quiero dedicarle unas palabras a mi compañero Manuel Gallud, quien asumió mis competencias mientras he estado de baja. También quiero agradecer la preocupación de ciudadanos y ciudadanas y de vosotros, periodistas, por mi estado de salud. He recibido numerosísimas muestras de afecto y eso, en los momentos que me han tocado vivir, se agradece y mucho.

 Como he dicho, vuelvo porque creo que era mi obligación volver, una vez los médicos han dado el visto bueno. Quiero concluir algunos asuntos importantes que nos han obligado a dedicar mucho tiempo y esfuerzo durante este mandato. El principal, el manido asunto de las basuras que otra vez vuelve a planear sobre el municipio de Orihuela. Hace años que luchamos por asegurar que en Orihuela no habría un vertedero sospechoso de todas las irregularidades que hoy se recogen en el caso Brugal. Ahora tenemos que luchar por garantizar que esto no ocurrirá, porque, al parecer y según los últimos pasos del Consorcio provincial, Orihuela podría estar de nuevo en el punto de mira. Otra de nuestras preocupaciones es el caso de los enterramientos ilegales de residuos en La Murada. Tenemos tres meses para conseguir que esos residuos se retiren y así asegurar la salud de los ciudadanos y ciudadanas de La Murada.

 Son muchos los retos y poco el tiempo que nos queda. Mejor dicho, que me queda. Porque otro de los motivos de mis ganas de regresar a la Alcaldía es despedirme de este cargo como este cargo de merece. Sé que es una noticia que se da por confirmada en los mentideros desde hace tiempo. Pero hoy quiero ser yo quien lo diga. Cuando este mandato finalice, me retiraré de la política. No volveré a presentarme a las elecciones de mayo y dejaré todas mis responsabilidades dentro del partido, aunque seguiré siendo militante de este. El objetivo fundamental de mi mandato era, aparte de la solución de las irregularidades del servicio de recogida de residuos, pero profundamente ligado a este, que Orihuela se quedase limpia de corruptos en la institución local. Durante estos meses de baja, he asistido, no sin cierta satisfacción, a la expulsión de casi todos los corruptos del PP. Sabíamos, y por eso hemos hecho muchas cosas de las que hemos hecho, que solo un tiempo en el frío de la oposición ayudaría a que estas personas fuesen defenestradas. Solo espero que el PP concluya esta operación con la expulsión del 100 por 100 de los imputados por corrupción en Orihuela y que su nuevo equipo esté limpio de toda sospecha por primera vez en mucho tiempo. Con la intención de conseguir esto, he estado 12 años como concejal del Ayuntamiento de Orihuela y cuatro de estos como alcalde. Ese era uno de mis sueños, ver una Orihuela digna y limpia de corrupción y creo que, aunque falta por hacer, se han dado unos primeros pasos importantes. Con este asunto encaminado hacia la solución, me voy tranquilo y satisfecho.

 Sé que muchos depositaron una altísima confianza en este equipo de gobierno, el primero progresista en 25 años. Y sé que algunos han podido sentirse defraudados por nuestra falta de actuación en algunos aspectos. A ellos y a todos, solo puedo decirles que siento no haber respondido a algunas expectativas. Pero también quiero decirles que esto no ha sido consecuencia de falta de voluntad o de iniciativa, sino de una situación municipal todavía más lamentable de la que nos imaginábamos antes de llegar al gobierno a Orihuela. Entre otras cosas, encontramos una deuda financiera de 65 millones de euros que se ha reducido a 43 en tres años. Los planes de estabilidad presupuestaria y de pago a proveedores, a los que nos tuvimos que acoger para salvar la difícil situación económica del Ayuntamiento que dejó el gobierno de Mónica Lorente, nos obligaron a desviar los esfuerzos económicos que queríamos realizar en infraestructuras pequeñas, pero necesarias para la ciudad, pero sobre todo para las pedanías y la costa. Tampoco pudimos destinar todo el dinero que queríamos a gasto social. Y de esto es responsable la oposición con la que hemos tenido que lidiar durante estos años. Por un parte, un Partido Popular que, además de dejar un Ayuntamiento hecho un erial, se ha dedicado que entorpecer la labor honesta y honrada del gobierno que encabezo. Y por otro, un CLR descompuesto que no ha sabido aceptar que les ganásemos la partida. Porque quiero recordar que el gobierno municipal se quedó en minoría, y por tanto con escaso margen de maniobra en los asuntos de pleno, porque tuve que echar a Pedro Mancebo del gobierno. Lo eché porque, otra vez, un político de Orihuela quería vender este municipio a través del siempre sucio negocio de las basuras. Al recordar estos hechos, no puedo hacer más que acordarme de Pablo Vidal y Asunción Mayoral, que como concejales de Infraestructuras y Contratación respectivamente, municipalizaron el servicio de recogida de residuos y esto les costó el puesto. Porque el que era su jefe político, Pedro Mancebo, pretendía que se doblegasen a su voluntad y a la de su financiador.

 Como ven, he aprovechado esta intervención para hacer un breve repaso de mi trabajo en el Ayuntamiento, aunque muchas cosas se quedan en el tintero. Espero que estos tres meses nos cundan y que los compañeros que repiten en las candidaturas para el próximo mandato tengan éxito. Estoy convencido que solo un gobierno progresista puede consolidar el modelo de ciudad que hemos comenzado a construir. Un municipio solidario, moderno y alejado de planes urbanísticos interesados o de una pésima gestión económica. Este gobierno ha demostrado que con poco se puede hacer bastante y que se puede gobernar sin mandar. Por eso, me voy orgulloso de nuestro trabajo y optimista con el futuro de Orihuela.