MIÉRCOLES 25-03-2015

LA UNIÓ de Llauradors denuncia que las limitaciones anunciadas en las cesiones de agua del trasvase Tajo-Segura a la provincia de Alicante se deben a un “capricho político” o pulsos de poder que ya denunció esta organización en su día tras advertir que el aumento de la reserva hídrica conllevaría esta situación.

 LA UNIÓ considera inadmisible que se pretenda reducir a la mitad los envíos para la agricultura en una época de gran sequía como la que estamos atravesando. El responsable del sector del agua de LA UNIÓ, Ernest Blasco, afirma que “los regantes alicantinos no pueden aceptar sin más que las consecuencias de la mala gestión y la peor praxis en materia hídrica recaigan siempre sobre las espaldas de los mismos y se preguntan como es posible que muchos de los que ahora lamentan esta situación aplaudieran en su día de  manera sumisa dichos recortes justificándolos como un mal menor”.

 Para Blasco todo ello “es el resultado de la entrega de medallitas a nuestros representantes políticos por un trabajo que solo hicieron a medias y que ahora nos pasa factura”.

 LA UNIÓ insiste en que el agua debe ser una cuestión de Estado y por lo tanto tiene que estar dirigida y gestionada por expertos y técnicos en la materia, solo así se evitarán situaciones dramáticas como la actual; al mismo tiempo exige responsabilidades políticas a aquellos que no han sabido o no han querido defender los intereses de los regantes del Trasvase Tajo-Segura y recuerda que estas son las tristes consecuencias de sus políticas mediocres.

 LA UNIÓ seguirá trabajando incansablemente para que algún día los regantes alicantinos tengan el peso en las decisiones en materia hídrica que realmente deben tener.