Miembros de la ejecutiva del PP presentan su baja del partido y se mantienen fieles a Ferrando a pesar de la negativa de los populares alicantinos

 ORIHUELA03-03-2015

La sede del PP de Alicante ya tiene constancia de las primeras bajas masivas de afiliados en la agrupación de Orihuela, entre los que destacan miembros de la ejecutiva, tras presentar el documento de baja con el DNI y firma, en una primera remesa de más de 200 peticiones, los populares alicantinos han vuelto a dar la espalda a la voluntad de estos oriolanos, que en su convencimiento de la injusticia que se ha cometido con la ex presidenta Pepa Ferrando y los 5 concejales expulsados, han decidido de manera voluntaria darse de baja de las filas populares, manteniéndose fieles a las personas que han trabajado por estas siglas durante casi cuatro años.

 El Partido Popular de Alicante se ha negado a tramitar las bajas de los afiliados oriolanos sin razón aparente, a pesar de que los afines a Ferrando aseguran que se ha hecho de la misma forma que se tramitan las altas, un procedimiento totalmente legal.

 Así ha empezado el PP provincial una nueva guerra contra este sector de afiliados, pero el descontento de los mismos en Orihuela seguirá in crescendo en los próximos días con un gran número de solicitudes de baja, ya que a estas se sumarán muchas más que ya han sido comunicadas, así como las que de manera sistemática se producen cada día en la sede local, a pesar de que Dámaso Aparicio se empeñe en negar esta información.

 La mayoría de los miembros de la ejecutiva de Pepa Ferrando también han comenzado a solicitar su salida del partido, dejando a Aparicio sin quórum ni apoyos como se demuestra comité tras comité, a pesar de querer disfrazar esta realidad de cara a la galería.

 Además recordar que el Partido Popular continúa saltándose sus propios estatutos, porque con la expulsión de la presidenta legítima, el siguiente paso era implantar una gestora y convocar asamblea popular en el plazo de 6 meses. Por lo visto en Orihuela el PP trabaja bajo la premisa del ordeno y mando, saltándose la democracia interna de su propio partido, sin mirar ni por los derechos de los afiliados, ni por la voluntad de simpatizantes y militantes.