TEXTO Y FOTOS Rafael Moñino Pérez. Agente de Extensión Agraria

MARTES 18-11-2014

Pocos árboles, si razonar les fuera posible, podrían presumir

Palmera con chumbera
Palmera con chumbera

de prestar un aprovechamiento tan completo a la especie humana como la palmera datilera, aunque en la actualidad y debido al progreso algunas de sus utilidades han quedado bastante restringidas. Pero para que los no iniciados, especialmente los jóvenes, que por forzosas razones de edad no han podido ver lo que se va a contar a continuación, conozcan los beneficios que nos reportó en el pasado mas inmediato, voy a describir el amplio abanico de aprovechamientos de este árbol tan singular, del que solo las raíces no se utilizaban, aunque como nota curiosa les diré que durante la apertura de un pozo para uso doméstico en el que trabajé en mi juventud en una casa de Cox, las raíces de una palmera presente en el corral vecino se encontraron hasta la profundidad de los casi diez metros a que llegó la perforación.

EL TRONCO: La palmera común o datilera (Phoenix dactylifera), como el resto de especies de palmeras, pese a ser considerada vulgarmente como árbol es de naturaleza herbácea. No tiene ramas, y su tronco es un conglomerado de fibras libero-leñosas sin estructura diferenciada apreciable a simple vista. Su principal aprovechamiento en el pasado fue para vigas de construcción. De él se obtenían cuatro vigas sencillas de sección triangular o dos vigas maestras de media caña de gran resistencia debido a su naturaleza fibrosa. La forma de obtenerlas era mediante hachas para practicar cortes longitudinales y cuñas para separarlas. Si la techumbre era buena y no se mojaban con frecuencia, la duración de las vigas se podía considerar ilimitada, ya que no les afecta la carcoma ni los hongos estando secas. Otro aprovechamiento, que hoy es casi el único, es para ornamento como taburetes, arriates y maceteros en casas de recreo y de campo.

LAS HOJAS: De todos son conocidas como palma blanca para el Domingo de Ramos, para cestería fina y sombreros. En verde, los foliolos se usaban para el atado y amanojado de hortalizas (ajos y cebollas sobre todo) en forma de atadores e hilos. El atador se hacía anudando un foliolo por la punta y rasgándolo de arriba abajo, y los hilos rasgándolo dos veces sin anudar. Como no todas las palmeras eran de hojas resistentes para el atado de hortalizas, era fácil distinguir las mejores por que estaban siempre sobrepodadas debido a la demanda. El precio de una palma hacia 1950 era de dos a tres pesetas -compárese este valor con las cuarenta pesetas del jornal de un trabajador por entonces-. Las palmas secas también se usaban para fabricar escobas antes de la aparición de los plásticos, para la formación de bardas junto con cañas del maíz  en semilleros, para socarrar cerdos a falta de cisca, para sombreado sobre pérgolas y como combustible para hornos de pan. El peciolo, llamado palmitón, se usaba para desgranar granzas y legumbres secas a golpes y, en plan festivo, en la popular piñata o juego de las ollas con los ojos vendados.

LOS TOCONES: Con este nombre se conoce la parte de la vaina de la hoja que queda unida al tronco después de la poda, el cual se desprende al secarse. Se aprovechaba como leña para el hogar y hornos.

 Palmera canaria con cabrahigo. Callosa

LA INFLORESCENCIA: En la palmera hembra, una vez separado el fruto, la inflorescencia junto con el raquis recibe el nombre de raspajo, y era utilizado como escoba de tipo basto para  cuadras y almacenes. En la palmera macho, la inflorescencia no tenía utilidad, pero los consumidores de polen deben saber que una inflorescencia de estas produce una cantidad de polen equivalente a una taza de las del café llena. Para ello no hay más que cortarla cuando comienza a abrirse, y  transcurridos tres o cuatro días abrirla y sacudir el polen sobre una hoja de periódico o similar. Esta fuente de polen es aprovechada por las abejas, pero como las flores femeninas no son visitadas por ellas no es posible la fecundación entomógama, quedando ésta a expensas del viento, reforzada a veces manualmente en ejemplares productores de fruto de gran calidad.

EL FRUTO: No es necesario extenderse en el uso de los populares dátiles, salvo que los de mala calidad eran un excelente y nutritivo alimento para el ganado. En la época colombina eran un precioso alimento para las tripulaciones de las naves que hacían la ruta de las Américas como anteriormente lo fueron para los fenicios, a quienes se atribuye la difusión de la palmera datilera en la península ibérica a partir de las semillas que esparcieron quizá sin proponérselo.

LA SEMILLA: Hasta los humildes huesos de los dátiles tuvieron su utilidad como sucedáneo del carísimo y escaso café en tiempos difíciles como los de la posguerra, pues junto con la raíz de achicoria y la cebada se tostaron y sirvieron para calentar y entonar estómagos destemplados.

EL PALMITO: Por último, la yema apical de la palmera o palmito, de gran tamaño y llamado también turrón de palmera, era una especie de golosina o premio para los niños que esperábamos pacientemente a que terminaran de convertir en vigas el tronco, pues solían repartir lo que no se llevaban a sus casas los operarios. Como anécdota diremos que palmito también se llama comúnmente nuestra única y pequeña palmera autóctona de la península ibérica (Chamaerops humilis), que se puede encontrar fácilmente en nuestros montes, y que se aprovechaba también por su yema apical y su fruto, poco comestible por lo fibroso, además de por sus hojas para abanicos, escobas y cestería.

LA PALMERA COMO HOSPEDANTE

            La palmera vulgar, especialmente en sus especies Dactylifera y Canariensis, es una planta hospedante por excelencia de otros vegetales, no parásitos, sino comensales que aprovechan el hábitat especial que se les ofrece para desarrollarse. Sus tocones puestos en ángulo agudo sobre el tronco y rellenos de mantellina –retícula que abraza el tallo a modo de corsé-, que a su vez retiene polvo atmosférico y humedad sobre este receptáculo de materia orgánica en descomposición, son un magnífico sustrato para el desarrollo de las raíces de toda clase de vegetales cuyas semillas, depositadas por el viento y las aves principalmente, germinan en él. La lista, que ha ido creciendo en los últimos años de observaciones personales, como puede verse es considerable y cada vez más larga, incluyendo no solo especies herbáceas sino también leñosas de porte arbóreo.

Nombre científico                             Nombre vulgar                         Observaciones

Solanum nigrum                                  Tomatito                                   Anual

Sonchus tenerrimus                            Linsón, cerrajilla                          “

Sonchus asper                                    Sarrajón, cerraja                          “

Asparagus oficinales                          Espárrago                                 Perenne

Cynodon dactilum                              Grama                                            “

Chenopodium album                           Salaón, bledo                            Anual

Erodium malacoides                          Aguja, alfiler de pastor             Anual

Nicotiana glauca                                Arbol tonto, tabaco borde         Leñosa arbórea

Hyparrhenia hirta                               Triguera                                     Anual

Parietaria oficinales                           Parietaria                                      “

Ficus carica caprificus                       Higuera silvestre, cabrahigo     Leñosa arbórea

Ficus elastica                                     Ficus, sp.                                        “          “

Beta vulgaris, var. cicla                     Acelga silvestre                        Anual

Opuntia ficus indica                           Chumbera, palera                      Perenne

Echium vulgare                                  Hierba viborera                         Anual