13 de agosto de 2014.-

Las medidas anunciadas por la Comisión Europea y el Ministerio de Agricultura para paliar el veto de Rusia a los productos agrarios europeos son totalmente insuficientes y apenas beneficiarán a los agricultores y ganaderos valencianos, según denuncia LA UNIÓ de Llauradors quien así se lo va a trasladar al Ministerio de Agricultura en la reunión que va a celebrar con representantes del mismo en Madrid.

Las Organizaciones de Productores son las únicas que se podrán beneficiar de las retiradas del 10% de la producción de albaricoques y nectarinas anunciadas por el Ministerio de Agricultura y la Comisión Europea, pero hay que señalar que únicamente integran el 50% de la producción por lo que la otra mitad se quedaría fuera si no se adoptan medidas extraordinarias, contempladas en el Reglamento (EU) 1308/2013 por el que se crea la Organización Común de Mercados de los productos agrarios y se declare la perturbación del mercado. Además en la Comunitat Valenciana la campaña de estas dos producciones ha finalizado de forma generalizada, salvo en algunas zonas de Alicante.

Las retiradas de productos ya están incluidas dentro de los Programas Operativos de las Organizaciones de Productores y por tanto están financiadas al 50% por sus socios. Es decir, que las ayudas saldrán del bolsillo los propios afectados por el veto ruso. Por si todo lo anterior no fuera suficiente el precio que se pretende pagar por la retirada del producto sólo supone el 75% del coste de producción de esa fruta.

Las medidas se centran en dos producciones de fruta pero habrá que ver si cuando pase el impacto mediático de la noticia, el Ministerio de Agricultura también adoptará medidas parecidas en sectores como el caqui, cítricos, vino o la ganadería. En este sentido, LA UNIÓ confía que el veto ruso no sirva una vez más como excusa para ofrecer unos precios a la baja a los productores valencianos y denunciará cualquier intento al respecto porque pese a ser un mercado emergente no representa más del 3% del total de exportaciones agrarias de la Comunitat Valenciana.

A juicio de LA UNIÓ el veto ruso se tiene que trasladar a la Organización Mundial del Comercio (OMC). La Federación Rusa forma parte de la OMC y el veto supone una alteración de los mercados mundiales.

LA UNIÓ considera así mismo que el veto no es responsabilidad del sector agrario y se aprovecha el mismo para distraer a la opinión pública y desviar otras preocupaciones del sector como es el caso de las ayudas por la sequía que no llegarán a los agricultores valencianos, y menos a los de cultivos de regadío; la falta de eficacia de la Ley de la Cadena Alimentaria, un año después de su publicación en el BOE o el aumento de los robos, por poner sólo algunos ejemplos.