1.07.14 ROSA

ORIHUELA 01-07-2014

La Concejala de Educación, Rosa Martínez, ha explicado hoy que el proceso de adjudicación de las Escuelas de Verano comenzó el pasado 14 de marzo a través de un procedimiento negociado sin publicidad y la implicación de cuatro departamentos: Educación, Intervención, Contratación y la Secretaría General.

En este negociado se invitó a 13 empresas, todas las que estaban en la base de datos del departamento de Educación, de las que se seis presentaron sus proyectos. Sin embargo, como Contratación publica en el Perfil del Contratante todos este tipo de contrataciones, se presentaron otras dos empresas, ocho en total.

La que resultó adjudicataria no hizo la mejor oferta económica, tres de ellas presentaron una oferta más barata y otras cuatro más cara. Pero, según Martínez, “el objetivo de la Escuela de Verano no se mide con el precio, es un objetivo de calidad porque la educación no es un gasto, es una inversión”. “Las escuelas de verano no es un aparcamiento de niños, se trata de un programa didáctico bien diseñado de actividades. Son talleres de ocio y tiempo libre cuyo objetivo es conciliar la vida laboral y familiar”, ha proseguido, “donde se atienden las necesidades educativas especiales, a los discapacitados, los talleres de convivencia y se mira de cerca la ratio profesor/número de alumnos, que se establece en 12”.

Por todo ello, Martínez ha recordado que el pliego de condiciones estipulaba que el  70% de la puntuación es para la valoración técnica y el 30% restante para la económica. Un comité de expertos compuesto por tres personas del departamento de Educación decidió que la mejor oferta era la de la empresa de la hija de un funcionario, algo que “no está prohibido”.

En todo caso, Martínez ha apuntado que al margen de lo que el Ayuntamiento abona al adjudicatario por cada plaza, los padres solo pagan 50 euros al mes y 25 por la quincena y ha recordado que anteriormente estas escuelas ni siquiera las organizaba el Ayuntamiento.