20140414 FOTO Corte palmeras picudo Contraparada a Guardamar (1)

El pasado mes de febrero se eliminaron otras 300 en el municipio de Orihuela

 MURCIA 15-04-2014

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), organismo autónomo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, va a eliminar más de 600 palmeras afectadas por la plaga del picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) a lo largo del cauce del río Segura, desde La Contraparada, aguas arriba de la ciudad de Murcia, hasta la desembocadura en Guardamar (Alicante).

 La actuación, que cuenta con un presupuesto total de 59.000 euros, comenzó a ejecutarse ayer en el tramo comprendido entre La Contraparada y Murcia, de 12 kilómetros de longitud, en el que se eliminarán unos 90 ejemplares que el Ayuntamiento de Murcia se encargará de reemplazar por moreras y almeces, según el acuerdo alcanzado entre ambas administraciones. La próxima semana se actuará en la zona de Murcia hasta Beniel, y la siguiente desde Jacarilla hasta Guardamar, hasta completar los 65 kilómetros de cauce.

 La mayor parte de las palmeras afectadas son de la especie Phoenix canariensis, mientras que las que permanecen sanas son en su mayoría de la especie Phoenix dactylifera, más resistentes a la plaga. En total, la CHS plantó unas 4.500 palmeras entre La Contraparada y Guardamar tras las obras de encauzamiento del Segura, a principios de los años noventa, de las que se calcula que un tercio han sido arrasadas por el picudo rojo.

 El pasado mes de febrero se cortaron otras 300 palmeras afectadas por el picudo rojo en el municipio de Orihuela. Los ejemplares han sido sustituidos por especies de bosque de ribera autóctonas como el almez, el olmo y el chopo para mantener el cinturón verde en el entorno del río. La replantación, así como su mantenimiento y riego durante los dos primeros años, correrá a cargo del consistorio oriolano. El objetivo es frenar el avance de la plaga y contribuir a la protección del palmeral histórico de la localidad.

 Lucha contra la plaga

 Para la eliminación de los ejemplares infectados o muertos se utiliza la misma técnica que se emplea para la protección del palmeral de Elche. Se trata de un método mecánico basado en el triturado in situ por medio de una máquina retrogiratoria dotada de una desbrozadora hidráulica que reduce a pulpa tanto la palmera como los insectos y larvas que pudieran encontrarse en su interior. Los restos vegetales resultantes, ya sin peligro alguno de provocar infección, pueden descomponerse y reincorporarse rápidamente al suelo como materia orgánica.