Familiares de Rocamora. en la herrería. El niño más pequeño es su abuelo
Familiares de Rocamora. en la herrería. El niño más pequeño es su abuelo
José Ramón Rocamora en el yunque
José Ramón Rocamora en el yunque

 

Réplicas arqueológicas elaboradas por Rocamora para el museo de Rojales
Réplicas arqueológicas elaboradas por Rocamora para el museo de Rojales

TEXTO Y FOTOS E. DE GEA/A.ITURRICASTILLO

CATRAL 07-03-2014

La familia Rocamora de Catral es heredera de aquellos humanos que hace ya 7.000 años, en la Edad de los Metales, comenzaron a producir objetos de metal. José Ramón Rocamora Rodríguez es seguramente el único herrero de toda la Comunidad Valenciana que continua trabajando los metales de forma artesanal y tradicional, un oficio que aprendió de su padre, José Rocamora Llopis; éste del suyo, José Rocamora García y éste del suyo, Gabriel Rocamora Castaño. Desde siempre el trabajo de esta saga de herreros a estado relacionado con el universo rural tradicional de la huerta de la Vega baja.

Desde principios del siglo XIX la familia Rocamora viene transformando los metales en piezas útiles para la supervivencia humana, relacionadas en este caso con la agricultura. Rejas de arados, guadañas, legones, y sobre todo corvillas, en sus distintas modalidades y usos, les han dado fama nacional.

En los últimos años su producción se ha diversificado. Sobre todo para el tratamiento de las palmeras creando corvillones, ganchos de frutos, machetes de palma etc. .Recientemente el Museo Arqueológico Municipal de Rojales ha encargado al herrero de Catral, un total de 20 reproducciones de herramientas agrícolas (layas, legones, azuelas, cucharas de sembrador, hoces) y rejas de arado de época ibérica, elaboradas a partir de originales exhumados en excavaciones arqueológicas de yacimientos como La Serreta (Alcoy), Mas Gran Pellicer (Penáguila) y La Bastida de les Alcuses (Mogente, Valencia.).

Utlizando el mismo yunque que sus antepasados, de 182 kilos, José Ramón Rocamora, ha dado forma a las reproducciones arqueológicas calentando el metal en la fragua a 1.200 grados, como ” si les hubiera dado el sol durante mil años” indica. ” Hay que ser un especialista para diferenciar las reproducciones de las originales” apostilla el arqueólogo municipal de Rojales, Manuel de Gea,

A pesar de los nuevos encargos, José Rocamora, sigue haciendo piezas únicas como es el caso de las corvillas (hoces) dentadas conocidas como de Catral o Valencianas, utilizando técnicas manuales ancestrales.

Del taller de forja, también salen otras piezas más selectas como cuchillos y puñales para lo cual utiliza, José Rocamora, la técnica secular del acero de Damasco, hoy prácticamente desaparecida.

El acero damasquinado llegó a España hace más de 10 siglos con la implantación de los árabes de Oriente Medio en la Península Ibérica.

Pese a estas verdaderas obras de arte que salen de la fragua y el yunque, José Ramón Rocamora se lamenta: “tengo poco trabajo, fabrico piezas de gran calidad y claro, más caras pero para toda la vida y hay pocos clientes”.

Un dato que ofrece el herrero. En estos momentos no salen más de 100 corvillas al año del taller. En los años 70 eran varias miles. 

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VER VÍDEO: http://www.tvlacronica.com/wp-content/uploads/2014/03/ÚLTIMO-HERRERO-DE-LA-PROV-ALICANTE-FULL-LOGO.-04-03-14_VP8.webm