TEXTO Y FOTOS E.DE.GEA

JUEVES 24-10-2019

Vergüenza es una palabra, por poner alguna, que se puede utilizar para dar a conocer el estado del río Segura a su paso por el Bajo Segura en las últimas semanas.
Vergüenza de los responsables políticos que lo permiten año tras año y décadas tras décadas. No tienen remedio. Y ello a pesar de las consecuencias que se sufre en la Vega Baja. Inundaciones, aguas salinizadas y contaminadas con sustancias industriales y urbanas.

Las imágenes tomadas esta semana del Segura a su paso por el casco urbano de Rojales hablan por si solas. Y si no que se lo pregunten a esta tortuga.