El borrador del planeamiento comarcal apuesta por atender otras potencialidades económicas al margen del sector de la construcción

TEXTO Y FOTOS E. DE GEA

LUNES 31-12-2018 

 La conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio  que acaba de hacer público  el borrador y documento inicial estratégico del Plan de Acción Territorial (PAT) de la Vega Baja, califica  de “gran reto” la protección y dinamización de la huerta tradicional con más de 23.000 hectáreas. También pretende acabar con los problemas de vertebración y una falta de visión comarcal por “el excesivo individualismo  y localismo” con una ordenación supramunicipal, y cambiar y diversificar paulatinamente el modelo económico. Estos objetivos se incluyen en las cuatro grandes áreas de trabajo del PAT: infraestructura verde, asentamientos urbanos, la movilidad sostenible y los nodos logísticos.

Y todo ello,  para crear una imagen de marca de calidad de un territorio emprendedor y con un sector económico en el que, además de la construcción de viviendas, consigan un mayor peso específico las actividades agrarias, agroindustriales, logísticas, los nuevos segmentos turísticos y la economía del conocimiento.

El documento expone que existen otras potencialidades económicas de este territorio  que debe ser atendidas al margen del sector de la construcción. Por ello  se destaca  que se debe apostar  por un cambio paulatino  del modelo residencial hacia otro proveedor  de servicios turísticos generador de un mayor valor añadido y menos consumidor  de agua, suelo y energía , que active segmentos  hoteleros  y de alojamiento en los tejidos urbanos  ya implantados.

El PAT abarca 27 municipios con una población de 355.924 habitantes, el 7,18% de la Comunitat, una superficie de 957 kilómetros cuadrados, el 4,12%, con una densidad superior a los 400 habitantes por km², prácticamente el doble de la media de la Comunitat Valenciana. Otro datos recogidos en el documento son que  la población de la Vega Baja se ha más que duplicado en 40 años  “un hecho sin parangón en la Comunitat” pasando de 164.794 habitantes a 348.662, y con un máximo  de 404.582 en 2013.

El plan hace una relación pormenorizada de las debilidades del modelo económico de la comarca debido a una deficiente gestión  ambiental del territorio, la falta de transporte público intermunicipal, el déficit hídrico,  la falta de oferta  hotelera, la no valoración del patrimonio ambiental  y cultural,  y el desorden urbanístico. En este sentido se apunta  que la evolución del suelo  urbanizado  se ha incrementado en un 222% en el periodo 1990 y el 2012, año este comienzo de la crisis, es decir,  “más de dos veces y media  el valor de promedio de la Comunitat” .  Por ello eEl PAT considera que  la evolución del uso  de los suelos en la Vega Baja “son indicadores  que alertan  de una creciente  insostenibilidad”.

Respecto a las fortalezas, el PAT indica enumera el patrimonio  natural y cultural, el clima, la cercanía del aeropuerto de El Altet, la alta calidad de los productos de la huerta, la disponibilidad de suelo industrial, las empresas  lideres  exportadoras  del sector agroalimentario, turismo de salud y deportes, y  agroturismo.

Huerta e Infraestructura verde

Reseñar por otra parte que el documento del PAT incide repetidamente sobre el sector agrario  y a sus potencialidades de futuro económicas, turísticas y culturales. De manera especial se refiere a la huerta tradicional un suelo que califica de  “elevada capacidad agrológica (…) olvidado en beneficio de la expansión  urbanística”.  Al respecto indica  que este no es el camino correcto  por muchos problemas  de viabilidad económica que tenga la actividad agraria. Y se apostilla en este sentido que no se trata de  poner trabas  a otros sectores económicos  pero es necesaria un regulación supramunicipal de los espacios agrarios de la huerta de mayor valor económico, cultural y agroecológicos  porque “sin la huerta no tiene sentido el desarrollo de la  Vega Baja al forma parte de su personalidad histórica y debe ser actor protagonista de su futuro, tanto desde el punto de vista  productivos como de mejora del paisaje”.

De igual forma  el documento de la consellería  señala que la huerta de la Vega Baja es uno de los últimos testigos  de un paisaje cultural y productivo del Mediterráneo que “debe ser puesto en valor  desde el punto de vista de la agricultura  multifuncional, adaptando sus ofertas a las  nuevas demandas  sociales de  productos de proximidad, ocio, protección del medio ambiente, seguridad alimentaria  y otros objetivos que incluyen  por supuesto la producción  comercial y competitiva  en el mercado nacional e internacional”.

El PAT apuesta también por  resolver “los grandes problemas de la conexión de su gran espina dorsal verde (el río Segura) con el litoral y otros espacios de gran valor como el palmeral de Orihuela, el parque natural de las Lagunas de la Mata y Torrevieja, o la Sierra de Escalona, aprovechando además la ventana de oportunidad del Pativel con la protección de dos grandes conectores ecológicos y territoriales como son los ríos Seco y Nacimiento”.