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ENTREVISTA AL AUTOR DE ESTA SERÁ MI BANDERA

En la hacienda de Los Llanos, o de Don Florencio, donde se sitúa el Museo Etnológico de la Huerta de Rojales La Crónica Independiente se ha citado con Tomás Vte. Martínez (San Miguel de Salinas, 1957), que acaba de publicar, con la editorial Círculo Rojo, su segunda novela. En los terrenos municipales de esta finca se desarrolla desde hace unos meses una interesante experiencia agraria cooperativa: Huerta Viva de Rojales. Tomás ya la ha visitado en varias ocasiones, siguiendo el proyecto impulsado por su amigo José Manuel López Grima para que personas sin recursos puedan procurarse alimento poniendo en producción este trozo de huerta. Sentados sobre un margen, avistando la corta de alcachofas, iniciamos la entrevista.

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Tomás Vte. Martínez es maestro. Imparte clases de Ciencias de la Naturaleza en el IES Los Alcores de San Miguel de Salinas.

La Crónica Independiente: Tu primera novela, El Sitio (2007), abordaba la corrupción y el desenfreno urbanístico; Esta será mi bandera (2013) habla de Memoria Histórica, República, Guerra Civil, exilio… En ambas tratas temas candentes y controvertidos que evidencian un compromiso social, además una parte de ellas transcurre en entornos muy cercanos, ¿es posible que en una próxima novela se cuele la experiencia solidaria de Huerta Viva de Rojales?

Tomás Vte: Pues no es nada descabellado. No soy ajeno a lo que ocurre a mi alrededor y escribir es una forma de abordar la realidad que me preocupa, a veces para describirla, a veces para interpretarla, e incluso para manipularla y ofrecer y ofrecerme satisfacciones que en la mayoría de ocasiones solo se pueden encontrar en la ficción. La experiencia solidaria y cooperativa que José Manuel está impulsando me resulta muy hermosa, y bien podría formar parte de una próxima novela.

LC: ¿Esta será mi bandera es una novela más sobre la Guerra Civil?

TV: Eso deberán decidirlo los lectores. Para mí es arrojar la luz de la ficción sobre un familiar muerto en la Guerra Civil y que siempre he percibido como la sombra de un desconocido. Ese es el impulso inicial que me lleva a urdir una historia que gira en torno a mi tío “el que mataron en la guerra”, expresión con la que mi padre siempre se refería a él. Conozco bien al personaje de ficción: sus amores, sus ilusiones, sus peripecias, sus angustias, sus hechos, pero es para mí un gran desconocido el personaje real. En las diferentes ocasiones en que le preguntaba a mi padre sobre la suerte de mi tío, zanjaba el tema con una frase repetida: “fueron cosas malas que pasaron”. Cuando preparaba documentación para la novela volví a interrogarlo más a fondo y, a pesar de su excelente memoria y de haber convivido con él hasta los catorce años, ta solo me pudo ofrecer cuatro rasgos sueltos de su hermano. Creo que el dolor por la pérdida y el miedo de la postguerra tejieron un velo de silencio y olvido que ya no fue capaz de descorrer.

LC: Entonces, ¿el personaje de Antonio Martínez, su vida, es una ficción?

TV: Le he regalado una vida que no tuvo. Antonio Martínez, mi tío, el real, durmió durante años en un lugar profundo de la memoria siendo tan solo un nombre y una cara en una vieja fotografía que nunca estuvo a la vista, guardada en el fondo de una caja de hojalata. Quizás influido por los movimientos de Recuperación de la Memoria Histórica, aquel desconocido fue poco a poco haciéndose presente y reclamándome la vida que otros le robaron. Y me di cuenta de que yo tenía el inmenso poder de ofrecérsela a través de la ficción. Ese es el motivo del nacimiento de Esta será mi bandera. El problema fue desarrollarla porque tuve que enfrentarme a un periodo de nuestra Historia al que nunca había mirado de frente.

LC: Porque no te había interesado hasta entonces…

TV: No, no. Siempre me interesó, pero creo que ese espeso velo de silencio y olvido que viví en casa de mis padres también me había alcanzado a mí. El acercamiento a ese periodo de la Historia siempre me resultó difícil, lo rehuía para no enfrentarme a lo que imaginaba: la tragedia de la guerra, la derrota y el horror posterior. La novela ha sido el instrumento para descorrer ese velo.

LC: Esta será mi bandera arranca en el presente para bucear en el pasado, ¿se encuentra el lector con una novela sobre Memoria Histórica?

TV: Yo diría que sí, porque al fin y al cabo, aunque en la ficción, se trata de rescatar a un desaparecido en el olvido. Pero para mí también ha supuesto incorporar a la trama elementos de la épica sentimental en un tiempo de heroísmo, sacrificio, sufrimiento. Así, en la arquitectura de la novela tienen cabida el oro de la República, los brigadistas internacionales, los niños de la noche, los dorados de Pancho Villa, la batalla del Ebro, el Sinaia

LC: ¿Y la historia de amor?

TV: En tiempos tan difíciles solo el amor puede aliviar las heridas de la derrota. La historia de amor es la sutura que une los dos lados de un desgarro de más de setenta años, e involuntariamente un acto de justicia histórica.

LC: ¿Qué valoraciones te hacen los lectores?

TV: Que engancha. Es el comentario más repetido, casi unánime, de todos aquellos que la han leído y me hablan de ella. “La historia te coge de la nariz en la primera página y ya no te suelta hasta las líneas finales” es el comentario de un lector que podría resumir lo que me dicen los demás.

LC: ¿Esta es tu bandera?

TV: No soy de banderas, soy de contenidos concretos. Si la bandera republicana es el símbolo de esos contenidos en los que los Derechos Humanos son garantizados para todas las personas por encima de intereses económicos malsanos, pues “esta es mi bandera”.

LC: Es de suponer que estarás trabajando en un nuevo proyecto, ¿puedes adelantarnos algo?

TV: El título provisional: (río) Segura. ¿Os suena?