La romería de San Isidro de Rojales que reúne a miles de personas durante tres días reivindica los derechos de los agricultores y la revalorización de la huerta para producir alimentos sanos
TEXTO L.C.I.
ROJALES 22-05-2017
El municipio de Rojales se ha convertido durante este fin de semana en unos de los principales puntos de celebración de la onomástica de San Isidro Labrador, el Patrón de los Agricultores. Los actos organizados por el Ayuntamiento de Rojales en el parque del Recorral comenzaron el pasado viernes con el primer concurso de sevillanas y concluyeron ayer domingo con el regreso, a las 20 horas, de la imagen del santo a la iglesia Parroquial de San Pedro. Miles de personas han disfrutado de este evento lúdico, gastronómico, religioso y reivindicativo en defensa de los agricultores y de la huerta tradicional.
El alcalde de Rojales, Antonio Pérez junto con la concejala de Fiestas Charo López y otros concejales participaron en el acto principal de evento, la romería de San Isidro que partió a primeras horas desde la iglesia parroquial y llegó, tras recorrer unos siete kilómetros, al paraje del Recorral donde se sitúa la ermita del santo.
La jornada de ayer domingo estuvo repleta de numerosos actos y espectáculos. El grupo rociero Algazara amenizó la misa donde se celebró un homenaje a dos agricultoras y dos agricultores jubilados. El alcalde les entregó una placa por su trayectoria profesional. También tuvo lugar un concurso de petanca, pasacalles a cargo de la asociación musical Vega Baja de Rojales. El ballet de Sofía Sánchez ofreció un variado programa de actuaciones flamencas y ya, a medio día, el ayuntamiento de Rojales ofreció una paella gratuita para todos los romeros. Una serie de juegos infantiles tradicionales completaron la jornada.
La concejala de Fiestas Charo López destacó la gran afluencia de personas que han participado desde el viernes en los actos de la romería. Entre estos, mencionó dos nuevos eventos organizados en esta ocasión. El concurso de sevillanas y la Fiesta Holy o de los colores donde pequeños y mayores transformaron su cuerpo en un verdadero y colorido arco iris al lanzarse entre ellos sobres de polvos de colores azul, rojo, amarillo, naranja o rosa que trasmitían amor, calma, seguridad o creatividad.