-Los Juzgados de Aguas respaldan las medidas medioambientales pero aseguran que el 90% de las basuras no las vierten los regantes

-Exigen que el problema se solucione mediante un plan conjunto con todas las administraciones y lamentan que se les eche la culpa de la situación  

TEXTO Y FOTOS EDUARDO DE GEA

LUNES 09-07-2018 

Los Juzgados de Aguas y Sindicatos de Riegos de la huerta de la Vega Baja están en alerta y preocupados. La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) dependiente del Ministerio de  Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, les amenaza por escrito con cortarles la utilización del agua destinada al riego si no toman medidas, en el plazo de 30 días, para evitar la llegada de residuos sólidos flotantes al cauce del río Segura y en último término al mar.

La CHS  insta a los regantes a proceder a la instalación de rejillas de retención de flotantes  en cada  ámbito competencial con el fin de evitar  el arrastre de residuos sólidos flotantes y restos de productos agrícolas transportados por las aguas  de los diferentes azarbes y acequias. Por ello el organismo de cuenca  concede “un plazo de 30 días  para la ejecución de dichas obras previa comunicación a este organismo de la definición geométrica de las mismas así como de la fecha de inicio y fin de las actuaciones a realizar”.

En caso contrario amenaza la CHS con “suspender la utilización del agua” y de manera subsidiaria acometer directamente las obras  repercutiendo los costes  en los colectivos de regantes.

Todos los Juzgados de Aguas están de acuerdo en la toma de medidas para que las basuras no lleguen al mar. Pero en desacuerdo con la postura de la CHS  ya que se trata de un problema que no está generado por los agricultores que calculan que “el 90 % de las basuras” que se arrojan directamente al cauce del río Segura, acequias y azarbes no lo generaran los regantes si no ciudadanos que aprovechan las conducciones  para arrojar sus basuras.

En el escrito remitido a los regantes  incluso el  organismo de cuenca, reconoce este hecho al asegurar que las redes de riego, con el aumento de la actividad humana en el entorno rural, han acabado convirtiéndose en puntos donde de forma irregular se acaban vertiendo numerosos residuos urbanos de todo tipo (que) por arrastre  acaban en el cauce  del río Segura o en último término  en el Mar Mediterráneo con el perjuicio para el dominio publico hidráulico y marítimo terrestre que ello supone.

Añade el organismo dependiente del ministerio que  a fin de evitar  el mal uso del agua o el deterioro  del dominio público hidráulico  las comunidades de usuarios (en este caso regantes)  tienen la obligación de realizar  las obras e instalaciones  que la administración les ordene”

Por ello los regantes de la huerta exigen a todas las administraciones que se aborde esta situación de forma general y que no únicamente culpabilice a los agricultores. “Es un tema que nos afecta a todos, al dominio público hidráulico, y por lo tanto todos debemos afrontar el problema y no solo dirigirlo a los regantes que somos perjudicados también por los vertidos de sólidos flotantes”.

Algunos juzgados han decidido presentar un recurso al oficio de la CHS “para exigir nuestros derechos, ya que los vertidos de flotantes también nos afectan directamente al contaminar nuestras aguas de riego y obstruir nuestras conducciones”.

Otros como en el caso de Rojales o Guardamar ya tienen habilitadas rejillas desde hace meses.

Además desde el regadío tradicional se denuncia que la CHS está haciendo “dejación de funciones” al no limpiar el cauce del río Segura de forma continuada y periódica. En este sentido se explica que la falta de actuación del organismo de cuenca ocasiona la aparición en el cauce del río de bardomeras con toneladas de cañas y residuos flotantes que la CHS no retira. “Estas afectan a las tomas de agua de riego, las taponan, o bien muchos residuos flotantes entran dentro de ellas afectando a su buen funcionamiento. Es intolerable que la propia administración que nos amenaza e impone medidas no cumpla no de ejemplo” subrayan los regantes de la huerta.

En este sentido se acusa a la CHS de dejar las bardomeras y basuras en el cauce del río  para que vayan circulando aguas abajo y cuando llegan a los azudes, cascos urbanos o sistemas de riego obligan a retirarlos. “Es decir  que su problema lo trasladan a otros” según fuentes de los regantes.

Esta situación de falta de limpieza del cauce del Segura por parte de la CHS se ve claramente  al paso del río por los casos urbanos de Rojales y Orihuela. En estos puntos existen presas de regulación de las aguas para el riego donde se acumulan toneladas  de residuos que los ayuntamientos de ambos municipios deben limpiar ante la negativa de la CHS para ello. Son multados si no limpian el cauce Y ello a pesar de que las basuras que llegan a los municipios no se generan en los mismos y son arrastradas agua  abajo por el agua circulante por el río, especialmente cuando se producen lluvias o avenidas de agua.

Fuentes del regadío tradicional recalcan que el problema de los residuos sólidos flotantes debe ser abordado de manera conjunta ya que “todos nos beneficiamos solucionándolo pero no se nos puede responsabilizar y culpabilizar ”.