Entre los ejemplares de tipos de serpientes se hallaba una anaconda de más de cuatro metros de largo, y varias pitones de más de tres metros.

Había habilitado otro anexo a la vivienda para la cría de roedores que servirían como alimento a los reptiles.

 TEXTO L.C.I.

SÁBADO 21-07-2018 

Efectivos del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) de Alicante han incautado 40 ejemplares de distintas especies de reptiles en una vivienda de la capital alicantina. Entre las especies hay una anaconda de 4 metros, varios pitones, caimanes y un cocodrilo enano. En un anexo de la vivienda también se ha encontrado una instalación dedicada a la cría de roedores para la alimentación de los especímenes.

La Sección del SEPRONA de la Guardia Civil de Alicante localizó el pasado martes día 17 unas instalaciones dedicadas al criadero clandestino de reptiles, en el recinto de una vivienda unifamiliar de la localidad de Alicante.
Al acceder a una nave anexa de esta vivienda, los agentes contabilizaron hasta 40 ejemplares vivos de reptiles, entre los que se encontraba 1 anaconda de más de 4 metros de largo, 26 especies de pitón (algunas adultas de más de tres metros, así como varias crías), 11 caimanes, 1 cocodrilo enano y 1 varano. Para su alimentación, el propietario también había habilitado otra instalación anexa para la cría de roedores.
Todas las especies encontradas están incluidas en el Convenio Internacional de Especies de Fauna y Flora Protegidas (CITES), sin embargo, ningún ejemplar estaba registrado en el organismo correspondiente, el SOIVRE. Además, el propietario carece del seguro pertinente por tratarse de especies peligrosas, de licencia como criador y de núcleo zoológico que garantice que las instalaciones cumplen con los requisitos de seguridad y sanidad.
La Guardia Civil ha iniciado un expediente para la determinación de las posibles infracciones administrativas en cuanto a la tenencia de especies protegidas internacionalmente, su cría y comercialización. Aunque también se está estudiando la posibilidad de que el propietario de los animales, un español de 36 años, haya podido incurrir en un presunto delito por tráfico de especies. Los 40 reptiles han quedado a disposición de la Delegación de Aduanas de Alicante.