TEXTO L.C.I.

VIERNES 25-05-2018

La Comisión de Derechos de la Mujer y la Igualdad de Género (FEMM) del Parlamento Europeo, tras analizar la petición presentada por el colectivo ciudadano “La Libertad es Su Derecho” con relación a la situación de privación de libertad arbitraria de 50 mujeres adultas, algunas de nacionalidad española, en los campamentos saharauis de Tinduf, ha emitido una comunicación en la que concluye que “la posición de las autoridades saharauis justificando la situación de las mujeres retenidas contra su voluntad en la tradición es totalmente inaceptable”.

En una carta remitida a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, que gestiona la denuncia del colectivo de familias de acogida (una de adopción) de las 50 mujeres secuestradas y retenidas contra su voluntad por sus familias biológicas en los campamentos saharauis, la presidenta de la Comisión FEMM, Vilija Blinkevičiūtė, afirma que “es particularmente preocupante el hecho de que estas mujeres pueden ser obligadas a casarse contra su voluntad, ya que el matrimonio forzado es una clara violación de los Derechos Humanos que tiene enormes consecuencias para las vidas de las mujeres”.

En su misiva, recuerda que, en su resolución de 12 de mayo de 2016 en la aplicación de la Directiva 2011/36/UE del 05 de abril de 2011 sobre la prevención y la lucha contra la trata de seres humanos y la protección de sus víctimas desde una perspectiva de género, el Parlamento Europeo considera el matrimonio forzado como una forma de trata de seres humanos si contiene un elemento de explotación de la víctima, y asegura que “podríamos estar ante este tipo de explotación en el caso incluido en la petición”, en clara alusión al matrimonio forzado de la ciudadana española Maloma Morales de Matos, secuestrada por su hermano biológico el pasado 12 de diciembre de 2015.

La Comisión FEMM cree que el matrimonio forzado “tiene un impacto devastador en la total realización y disfrute de los derechos de las mujeres y las niñas y en su salud, incluyendo graves riesgos de complicaciones en embarazos e infecciones de VIH” y que “la realidad detrás de la práctica de matrimonios forzosos debe enmarcarse en el contexto de los estereotipos de género”.

Vilija Blinkevičiūtė ratifica que en la petición presentada por el colectivo La Libertad es Su Derecho “los estereotipos de género son la fuente de discriminación que alimenta distintas formas de violencia contra la mujer y están claramente detrás de la situación que sufren las mujeres representadas por el peticionario”, así como señala que, en el contexto de esta petición, también es importante subrayar que “el Convenio de Estambul establece que la cultura, costumbre, religión, tradición o supuesto “honor” no puede ser una justificación de los actos de violencia contra la mujer”, al hilo de la denuncia expresada por el colectivo, que sostiene que en todos los casos de retención contra la voluntad de mujeres en los campamentos hay un trasfondo de violencia de género, al amparo de una práctica discriminatoria extendida por la que los hombres de la familia son “propietarios” de las mujeres y “son los únicos que tienen derecho sobre ellas”.

El colectivo La Libertad es Su Derecho considera estas retenciones ilegales contra la voluntad de mujeres adultas como una flagrante violación de Derechos Humanos y ha solicitado su intervención al Parlamento Europeo, para que se ponga fin a tanto sufrimiento.