• Se trata del mayor molusco bivalbo del Mediterráneo que puede llegar a vivir 30 años

  • La situación del distrito marítimo de Torrevieja es crítica

TEXTO L.C.I.

TORREVIEJA 25-09-2017

La concejala de Medio Ambiente, Fanny Serrano, junto con el biólogo municipal, Juan Antonio Pujol, ha comparecido en rueda de prensa para informar de la “situación crítica” en la que se encuentran la nacra (Pinna nobilis) en el litoral del distrito marítimo de Torrevieja (Torrevieja, Orihuela y Pilar de la Horadada), con un cien por cien de mortandad en esta zona y de los intentos de recuperación que se están llevando a cabo en colaboración con la conselleria de Medio Ambiente, el Instituto Español de Oceanografía y el Ministerio de Medio Ambiente. La nacra es un bivalvo que habita en las praderas de poseidonia y puede alcanzar los dos metros de longitud y vivir treinta años.

A finales de septiembre de 2016 fueron detectados algunos ejemplares muertos de nacra en aguas de Torrevieja por parte de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Torrevieja, gracias a la información que habían recibido de dos ciudadanos. Por las características, lugares y condiciones en los que habían sido localizados los dos ejemplares, el Ayuntamiento comenzó a trabajar con la posibilidad de algún evento puntual que pudiera estar afectando a esta amenazada especie. Sin embargo, tanto por observaciones propias, como por otras aportadas por más ciudadanos, en las que aparecieron decenas de valvas vacías no sólo en aguas del litoral de Torrevieja, sino también en Orihuela y Pilar de la Horadada, hicieron saltar las alarmas de un problema quizás mayor.

Pujol ha explicado que desde la concejalía de Medio Ambiente se informó a la consellería homóloga al Instituto Español de Oceanografía y al Ministerio de Medio Ambiente. Por esas mismas fechas, y aunque en lugares cercanos como cabo Palos y Tabarca no se había observado nada anómalo, “también comenzaron a detectarse ejemplares muertos o moribundos en aguas de las provincias de Alicante y Murcia. A los pocos días también surgieron noticias desde las aguas de Ibiza o Andalucía. Todo apuntaba a que se estaba asistiendo a un evento de mortalidad masiva de esta especie de bivalvo amenazado, el de mayor tamaño del Mediterráneo”.

Serrano ha indicado que “al ser Torrevieja uno de los primeros lugares donde saltaron las alarmas, la consellería de Medio Ambiente propuso que la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntanmiento de Torrevieja formara parte del grupo nacional de seguimiento del evento de mortandad masiva de la nacra, en la que han participado grupos de investigación de toda España, diferentes organismos oficiales y universidades, e incluso expertos de otras nacionalidades”. La edil ha añadido que el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados ha presentado “una proposición no de Ley para destinar mayores medios y recursos a la protección de la nacra. Una proposición que asumimos desde el Gobierno Municipal y vamos a presentar una moción al pleno”.

“A medida que pasaban los días, el número de zonas y porcentajes de afectación, iban incrementándose, hasta el punto de que, por ejemplo, no se pudo conseguir ninguna nacra viva de Torrevieja para tratar de identificar el agente causante de la mortandad”, ha detallado Pujol.

A principios de 2017 se identificó dicho agente a partir de nacras enfermas de otros lugares, por parte del INTECMAR (Instituto Tecnológico para Control del Medio Marino de Galicia), proponiéndose como causante a un protozoo parásito del grupo Haplosporidium y que afecta a las glándulas digestivas del molusco. Literalmente, las nacras se estaban muriendo de hambre por la acción de este parásito.

A fecha de hoy, prácticamente se ha visto afectada el cien por cien de la población de Pinna nobilis en aguas del Mediterráneo español, y tan solo se han encontrado algunos ejemplares vivos al norte del Delta del Ebro, a partir de los cuales se ha diseñado un programa de recuperación con el fin de evitar que puedan ser afectados más adelante, conservando así la variabilidad genética de estas poblaciones. También se sigue avanzando en estudios para caracterizar mejor al parásito y su efecto sobre la nacra.

Por otro lado, en las zonas que han sufrido la mayor mortandad, como las aguas de Torrevieja, se realizan seguimientos periódicos tratando de localizar algún ejemplar vivo, sin éxito hasta el momento. En este sentido, durante las prospecciones arqueológicas realizadas por el MARQ en el litoral de Torrevieja durante este verano, y a requerimiento de la concejalía de Medio Ambiente, también se realizaron estas búsquedas de nacras vivas, que resultaron infructuosas.

Además, a finales de septiembre se instalaron 4 captadores de larvas con la intención de estudiar si se produce nuevo reclutamiento larvario de nacras, en lo que supondría la posibilidad de comenzar un programa de cría en cautividad. Dichos muestreadores todavía continúan instalados a fecha de hoy y se retirarán a finales de octubre o comienzos de noviembre. La instalación, seguimiento y retirada de los captadores han sido realizados por la concejalía de Medio Ambiente, con la colaboración de Antonio Ruiz y la empresa Baliser servicios marítimos, que han colaborado de forma altruista. Una vez retirados, será el Ministerio de Medio Ambiente el que se encargue de su traslado hasta los centros onde, en el caso de localizarse larvas, se procederá a su cría en cautividad.

Serrano ha recordado a la población local que al ser una especie protegida, no está permitido recolectar las valvas vacías, sin embargo, cualquier avistamiento por parte de buceadores de ejemplares vivos será de gran interés. En este sentido, conviene no confundir la nacra (Pinna nobilis), de la nacra de roca (Pina rudis) que no se ha visto afectada por la epidemia.