TEXTO Y FOTOS JOSÉ SÁEZ CALVOSin título-1

SÁBADO 13-02-2016

David Bernabé Gil nació el 5 de marzo de 1958 en Pedro Abad (Córdoba), aunque su padre es de Almoradí y su madre, de Dolores. Es Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Alicante (UA). En sus investigaciones sobre el antiguo Reino de Valencia se ha interesado por las relaciones de poder entre la administración rea y las oligarquías municipales durante la etapa foral, así como por la historia agraria del Bajo Segura desde una vertiente social, con especial referencia a la configuración del régimen señorial, a la evolución de las estructuras de la propiedad de la tierra y a la conformación histórica del regadío y de la jurisdicción de aguas.

Hemos tenido la oportunidad  de hablar con él, pues nos parece un profesional de la historia renombrado y de la tierra.  Y le hacemos algunas preguntas sobre nuestra Vega y en concreto sobre Catral y su huerta en exclusiva para La CRÓNICA INDEPENDIENTE.

Bernabé Gil
Bernabé Gil

PREGUNTA- Desde tiempos medievales, la huerta de Catral se había configurado como  un espacio irrigado por las aguas que discurrían por el tramo inferior de la acequia de Callosa.¿Es cierto que se realiza en 1536 la primera relación de tahúllas en la huerta catralense?

RESPUESTA-El primer cómputo individualizado conocido de las tahúllas integrantes de la huerta de Catral es verdad que fue realizado en 1536 y arrojaba un total de 10.293, repartidas –de forma muy desigual- entre 76 propietarios, en su mayor parte avecindados en Orihuela.

P- Y los huertanos de Catral, su patrimonio, ¿cómo era?

R- Las unidades familiares residentes en el poblado no alcanzaban por entonces siquiera dicha cifra; y muchas de ellas carecían de la menor porción de tierra en la huerta. Hasta que en 1741 el barrio de Catral adquiriese el título de villazgo, se trataba, pues, de una aldea –o carrer- dependiente de dicha ciudad; y era en este importante núcleo urbano –y capital de Gobernación- donde tenía su asentamiento la mayor parte de la nobleza y otros grupos acomodados que controlaban buena parte del patrimonio agrario comarcal.

P-El siglo XVI fue una época de crecimiento tanto económico como demográfico. ¿Fue  entonces cuando surge la idea de abrir una acequia desde el río para los riegos de la huerta e Catral?

 R- El 14 de abril de 1550 se dirigían a las autoridades municipales de Orihuela  solicitando licencia para poder abrir una acequia nueva que tomase el agua del río en un paraje ubicado entre Benejúzar y Alfaytamí y la condujera directamente hasta su huerta. en 1589 Catral obtuvo, por sentencia de la Audiencia de Valencia, una ampliación del tiempo de riego por la acequia de Callosa, hasta 8 días, más los corribles de los 4 días de tanda de Orihuela y una hila para consumo humano y animal.

P- El siglo XVI I fue difícil, pero ¿se vislumbraba algún síntoma de recuperación en la Vega Baja?

R- Es verdad que tras una centuria difícil, como fue la mayor parte del siglo XVII, que se saldó con un estancamiento e incluso posible retroceso de la población y de la huerta cultivada, durante sus dos últimas décadas comienzan a vislumbrarse, sin embargo, síntomas de recuperación.

P- Y en este contexto ¿qué fue lo que reforzó las expectativas agrarias?

R-Las más ambiciosas colonizaciones emprendidas en aquellos almarjales por el Cardenal Belluga a partir de los años veinte también contribuyeron a reforzar las expectativas agrarias en toda la zona; de modo que en 1741 los vecinos de Catral se sentían ya lo suficientemente fuertes como para emprender con éxito la vía segregacionista mediante la obtención del título de villazgo. Y, entre las nuevas autoridades que entonces se crearon, no faltó el oficio de sobrecequiero, a pesar de no mencionarse expresamente en el privilegio. Su nombramiento, como el de los demás oficios municipales, se realizaba cada año desde Valencia, a partir de las propuestas remitidas por la corporación saliente.

P- Y actualmente ¿cuál es la situación en la huerta de Catral?

R- A finales de la edad moderna, la huerta de Catral, con algo más de 14.000 tahúllas irrigadas, contaba, pues, con su propio de juez de aguas, además de la comunidad de “regantes de la Acequia de Callosa en tanda de Catral” que siempre tuvo.

Bernabé Gil, cuenta con medio centenar de artículos publicados, capítulos de obras colectivas y ponencias en Congresos nacionales e internacionales, destacan los libros Tierra y sociedad en el Bajo Segura, 1700-1750, (Alicante, 1982); Hacienda y mercado urbano en la Orihuela foral moderna (Alicante, 1989); Monarquía y patriciado urbano en Orihuela, 1445-1707 (Alicante, 1990), El municipio en la Corte de los Austrias (Valencia, 2007), Privilegios de insaculación otorgados a municipios del Reino de Valencia en época foral (Alicante, 2012) y Almoradí en la Edad Moderna (SS. XVI-XVIII) (Almoradí, 2013).