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Texto y fotos E. DE GEA

ORIHUELA 02-10-2015

El campus de Orihuela ofrece un máster único en toda España de Agroecología, Desarrollo Rural y Agroturismo

Opinan que dando un valor añadido a sus productos de la huerta se fomenta el desarrollo rural,    contribuyendo a conservar el paisaje y la cultura

Esther Sendra y Gema Romero en la EPSO de Orihuela
Esther Sendra y Gema Romero en la EPSO de Orihuela

La actividad académica y de investigación que desarrolla la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (EPSO) de la Universidad Miguel Hernández es seguramente igual de desconocida que la huerta tradicional de la Vega Baja para la mayoría de los habitantes de la propia comarca y de su provincia.

El mundo rural en un espacio  históricamente agrario como el Bajo Segura es un medio desconocido o casi desconocido sobre todo para niños y jóvenes. La EPSO también, opina  David B. López, Doctor Ingeniero Agrónomo, Profesor de Economía Agraria  miembro del equipo del titulo Oficial de Máster universitario en Agroecología, Desarrollo Rural y Agroturismo que se imparte desde el campus de Desamparados y que acaba de iniciar su IX edición

Este desconocimiento generalizado se da pese a que en la Vega Baja  se sitúa  la huerta tradicional en

Ganado en el rio Segura
Ganado en el rio Segura

producción más extensa y mejor conservada de todo el Estado Español y a la vez reconocida por su valor por las instituciones europeas. Además de ser un recurso económico sostenible de primer orden,  destaca por valor su natural, etnográfico  e histórico. Tanto es así que comenzó la huerta a ser implantada en Al Andalus es decir que lleva más de 10 siglos produciendo alimentos y dando lugar a una cultura agroambiental propia.

No es casualidad que la EPSO se instalara hace ya décadas en la huerta de Orihuela, junto a la pedanía de Desamparados. Investigación, recuperación y fomento de especies autóctonas animales y vegetales y formación son algunos de sus objetivos.

Cosechando en la huerta
Cosechando en la huerta

Dentro de la enseñazas  destaca por su singularidad el Máster universitario en Agroecología, Desarrollo Rural y Agroturismo  cuya directora es  Esther Sendra Nadal y la subdirectora Gema Romero Moraleda. El Máster es único en toda España. ¿Por qué?. En palabras de Sendra y Romero por su contenido que interrelaciona  los saberes populares agrarios con la agrotecnología y ofrece una visión global del mundo rural. También porque uno de sus objetivos teóricos, el desarrollo rural , se adapta a las   características del territorio . “Se forman personas para promocionar el mundo rural y sobre todo para que sus actividades tradicionales sean rentables, continúe su función de elaboración de productos sanos y naturales y evite el éxodo a las ciudades”  explican las profesoras. Es decir, se consigue  proteger y conservar el medio rural y para ello sus habitantes son fundamentales pero deben poder vivir de ello.

Trabajos agrarios en la huerta
Trabajos agrarios en la huerta

Otra muestra de su singularidad es que recibe alumnos de

Sendra y Romero junto a la campo de experimentación
Sendra y Romero junto a la campo de experimentación

prácticamente todos los rincones de la geografía nacional o que  muchos de sus ex alumnos y tras su formación,  se han convertido en cooperantes de diversas ONGs que actúan en varios lugares del planeta como República Dominicana, Vietnam,  Malí, Guatemala o Senegal entre otros países.“Se trata de unas enseñanzas que forman a las personas para que se comprometan con el territorio donde actuarán”  subrayan.

A las prácticas tradicionales, fundamento de todo, le aplicamos la investigación para que esas formas de producir alimentos, tanto animales como vegetales perduren con su diversidad y a la vez sean rentables, explican.

Pero la formación que se recibe desde el Máster no solo se aplica en otros países. Aquí también. Es el caso de antiguos alumnos que han formado una cooperativa llamada “A pleno Sol”, radicada en la huerta de la Vega Baja  y donde la horticultura que practican se traduce en la venta de cestas semanales para clientes que se suscriben y que apoyan con ello el desarrollo rural y la creación de empleo en nuestro territorio. Ello mediante una venta ecológica de alimentos en canales cortos y sin intermediarios.

A la vez, esta empresa  forma parte del llamado sistema participativo, donde otros productores similares intercambian sus productos de temporada.

Pastores reutilizando cosechas
Pastores reutilizando cosechas

En solo un ejemplo. Pero otras salidas que han encontrado los

Huerta y noria en Al Andalus
Huerta y noria en Al Andalus

alumnos del máster son su inclusión comités de agricultura ecológica como en  Murcia o Comunidad Valenciana. Trabajo han encontrado al igual los estudiantes del Máster al poner en práctica proyectos de agroturismo o realizar trabajos de inventarios del patrimonio cultural asó como realizar guías patrimoniales para las distintas administraciones.

Los profesores y profesoras del master coinciden en algo: Lo infravalorado que está la huerta de la Vega Baja. “Hay que dar valor añadido a sus productos para fomentar el desarrollo rural que contribuye a conservar el paisaje y la cultura; hay que luchar para que la gente deje de estar desconectada del mundo agrario y que la agricultura deje de estar  denostada” aseguran.

Sistema de riego sin transformar del regadío tradicional
Sistema de riego sin transformar del regadío tradicional

Opinan que dar valor añadido a lo que produce la huerta  permitirá vivir a los agricultores dignamente. Pero para ello hay que innovar mediante la investigación las prácticas agrarias que respeten el medio ambiente y la salud del consumidor, sin olvidar la recuperación de las variedades tradicionales, tanto los productos hortofrutícolas como los ganaderos. “No se puede vivir practicando una agricultura de los años 50, hay que renovar” aseguran para preguntarse: “¿Por qué no existen marcas  como la naranja blanca de Orihuela, o  las ñoras de Guardamar?”.

La respuesta, añaden: No se sabe explicar el valor de nuestros cultivos, hay que crear  la marca “Productos de la huerta de la Vega Baja y así fomentar los productor locales”.

Ponen como ejemplo Francia donde existe una verdadera cultura rural generalizada o determinadas zonas de España donde sus productos “tienen etiquetas”.