“LOS CUATRO VIEJOS”. Por Rafael Moñino
“LOS CUATRO VIEJOS”. Por Rafael Moñino
Cuatro viejos protestan de su vejez
en lugar de gozar de haber llegado,
con la muerte rondando de vez en vez,
a la edad provecta con su legado.
Su diversa actitud ante la vida
razonan, presintiendo su partida.
El uno, rico, teme que la muerte
le prive de su mundo regalado
lamentando correr la mala suerte
de dejar sus riquezas y su estado.
Carente de instrucción, cualquier achaque
protesta como insulso badulaque.
El otro, añorando su pasado
de carrera brillante y prestigiosa,
maldice sus carencias postergado,
y en ayes y lamentos se reposa.
Enfermo, y desprovisto de ilusiones,
en su orgullo naufragan sus razones.
El tercero, queriendo ser perfecto,
aún estando impedido, se ilusiona
por leer, cultivando el intelecto
que ennoblece y distingue la persona.
Yo soy el cuarto, mas, ¿dónde me ubico?
Evidentemente, no con el rico.
(Nota añadida: Este poema se escribió hace años. Primero murió el tercero, luego el segundo y después el primero. Evidentemente, de los cuatro solo quedo yo, y sigo pensando lo mismo)