Hoy hace 7 años, que a estas horas estábamos viajando hacia los Campamentos saharauis de Tinduf, acompañando a Koria que iba llena de ilusiones para contarles a su familia y a todo su pueblo, amigos de la infancia, vecinos…
Jamás pensó, que cuando pisará aquella noche esa arena, la dejaría prisionera y acabaría con todos sus proyectos de futuro. Su vida se rompería en mil pedazos, dejando atrás todo lo que había construido, su grave enfermedad ya no importaba, sus estudios por los que sacrificó muchos días de fiestas y que los cambió para estudiar, tampoco valían para nada.
Koria, han pasado 7 años, pero en estos momentos me siento como si nuestro viaje acabará de comenzar, te siento tan cerca y tan lejos a la vez, que es muy difícil de describir mis sentimientos. Supongo que a ti te habrá pasado lo mismo, 7 años en los que has tenido experiencias de todo tipo y aunque no podamos hablar contigo, sabemos lo que has sufrido y lo que sigues pensando.
En abril nos llamaste y nos enviaste varios WhatsApp después de 7 años, fue una alegría inmensa saber de ti, saber que estabas VIVA, que te acordabas de todos los nombres de la familia, y lo más bonito fueron tus palabras ¨Me has buscado y me has encontrado” también fue muy bonito que nos dijeras, que nos dabas las gracias por la educación que te habíamos dado, que te habíamos protegido del alcohol y las drogas.
Removiste todo de nuevo, lloramos mucho y tú nos decías, “No llorar que todo nos va a salir bien y nos vamos a ver pronto”, esa Koria fuerte, que siempre fuiste, estaba ahí.
Sabemos que no podías hablar más, porque estabas rodeada de gente, pero al menos supimos que sabias todo lo que estamos luchando por tu vida y porque tú decidas en un lugar libremente, cómo quieres que sea tu vida. Estamos seguros que para ti seguirá siendo como siempre pensaste, que las dos familias nos lleváramos bien y pusiste la verdad sobre el problema de tu retención o secuestro, como tú misma lo llamaste, en los primeros mensajes que pudiste enviar, tras haberte llevado lejos de nosotros, sin darnos ninguna explicación, ni a nosotros ni a ti.
Koria, sabes que seguiremos luchando hasta que tú puedas decidir tu futuro en total libertad y que sea cual sea tu decisión, la respetaremos, pero siempre que lo hagas en un lugar en total libertad para poder expresarte y que se cumpla lo que tu digas de inmediato.
Hoy todos los que emprendimos ese viaje juntos, hemos hablado de ese día, casualidades de la vida, porque a todos nos marcó.
Te enterraron bajo la arena durante mucho tiempo, para que intentaras olvidarnos, pero si de algo estamos seguros, es que nunca jamás nos podrás olvidar, al igual que nosotros a ti. Dejaste muchas huellas en nuestros corazones, aquí toda la gente del pueblo y de otros lugares que te conocieron siguen preguntando por ti, si has vuelto a llamar, si sabemos algo nuevo. Parece increíble pero calaste dentro de todos nosotros.
Ojalá llegue el día, que tú puedas decir lo que sientes libremente y lo que piensas, esto no se le hace a ninguna persona, que se quiere de verdad, esto solo es hacerte sufrir a ti y a todos. Tengo mucha rabia, porque tú sabes muy bien, que nosotros actuamos siempre con muy buenas intenciones hacia tu familia, acogimos a tu hermano, que compartíamos con Virginia y Vicente.
Hicimos muchos días de hospitales que solo tú sabes, y nos preocupan los riegos tu enfermedad coronaria, cuando nos dijiste tengo mucha anemia, quizás nadie entienda lo que quiere decir eso, pero para ti significa, que lo tengo todo mal, aunque allí sea normal, los riegos de tu vida solo los sabemos nosotros y tú.
Cuando vemos tus fotos y todos tus recuerdos, que no son solo materiales, nos acordamos de muchas cosas de las que tú contabas. También guardo aún la maleta que llenó tu familia de regalos para cuando regresáramos a España que eran para ti. También recuerdo la noche que tus primas y tías te decían lo que tenias que estudiar y ya tenían preparado tu destino. Nunca he podido comprender por qué se hacen las cosas así, sin tener el valor de afrontarlas y decirlas a la cara. Hoy tengo rabia, mucha rabia de pensar en esos días tan falsos que pasamos ahí.
Cómo se puede hacer ese teatro con una hija y con la familia que la ha estado cuidando durante toda su niñez y salvándole la vida, pero por lo visto es lo típico ahí, hacer esas cosas.
Que sepas que seguiremos tendiéndote nuestra mano, para que puedas rehacer tu vida, como tú decidas, eres y serás siempre nuestra Koria, la que todos adorábamos y la que todos queríamos de verdad, tal como tú eras.
Bueno sabes que sigues contando con nosotros, estés donde estés, y que jamás la distancia logrará apartarte de nosotros. Lucha por tu vida, por tu libertad, que estamos seguros que lo haces a tu forma y agárrate a nuestras manos, las mías, las de nuestra familia, las de tus amigos, las de tus profesores, tus compañeros de teatro y todas las manos que se están abriendo hacia ti, sin conocerte, a ayudarte a decidir tu vida.
En esta noche, de inmenso dolor, te digo que seguiremos adelante y que todo lo que tú nos has aportado, nos sirve para luchar por ti, eres única e irrepetible.
Ánimo y esperamos que pronto puedas decidir en libertad, seguiremos hasta conseguirlo. Tú harías lo mismo por nosotros, así que aquí nos tienes a todos luchando por ti.
Que la brisa del aire recorra hasta tu jaima y te haga llegar todo el apoyo que tienes, Koria, no estás sola, somos muchos pensando y luchando por tu libertad y por todas las demás mujeres que hay como tú.
Un besazo y esperamos poder darte pronto un fuerte abrazo.