Los regantes del trasvase Tajo-Segura piden más agua mientras se ponen en cultivo “ilegalmente” nuevos terrenos
TEXTO E.DE GEA
JUEVES 24-08-2017
Durante los últimos meses, diversa maquinaria ha trabajado en una extensa superficie de la finca conocida como Cañada Redonda, situada junto a la pedanía murciana de Sucina (t.m. Murcia), dentro de la Zona de Especial Protección para las Aves de Monte El Valle y Sierras de Altaona y Escalona, habiéndose procedido a la eliminación de los cultivos tradicionales de secano, que han sido substituidos por al menos 150 nuevas hectáreas de regadío, en una reciente plantación de cítricos para exportación que ya está siendo regada.
Según han comprobado los técnicos de ANSE, toda la superficie de nueva plantación de cítricos situada dentro de la ZEPA se encuentra fuera del perímetro de la zona regable autorizada por la Confederación Hidrográfica del Segura, según la información digitalizada remitida oficialmente a la asociación por este organismo. Para más gravedad, la misma finca tiene junto al borde sur de la ZEPA, y limítrofe a los nuevos cultivos de cítricos, otras 200 has aproximadamente de cultivos de frutales de regadío fuera igualmente del perímetro regable, consolidados durante los últimos años.
Durante la mañana de hoy, el director de la OISMA (Oficina de Impulso Socioeconómico del Medio Ambiente) ha confirmado a ANSE que Agentes Medioambientales se han personado en la zona y están estudiando si los nuevos regadíos corresponden a una solicitud de transformación dentro de la ZEPA, que fue denegada porque requería de Evaluación de Impacto Ambiental.
A pesar de la situación de extrema sequía y falta de agua, continúa la ampliación de regadíos en el Campo de Cartagena, una de las áreas geográficas más secas deEuropa, donde los regadíos no han dejado de aumentar durante los últimos años ante la inoperancia de las diferentes administraciones. Mientras los representantes de los agricultores y las asociaciones exportadoras claman por la falta del agua, con el apoyo del Gobierno Regional, todos miran para otro lado ante la creación de nuevos regadíos que aumentan de manera significativa la demanda de agua.
ANSE y WWF aseguran que estas no son las únicas ampliaciones de regadíos que se están realizando en la actualidad, y piden a las administraciones competentes (Comunidad Autónoma y Confederación Hidrográfica) una acción inmediata para su paralización y la revisión en profundidad de los regadíos ilegales del Campo de Cartagena.
ANSE y WWF no dudan en calificar de irresponsable al Gobierno de la Comunidad Autónoma y a los dirigentes de Confederación Hidrográfica del Segura, por consentir que sigan ampliándose regadíos a pesar de no estar asegurado el suministro para los regadíos tradicionales, los del trasvase Tajo-Segura, y los que han sido legalizados con la aprobación del último Plan de Cuenca. Que esto ocurra, encima, en plena época estival, y para el cultivo de cítricos, que requieren una enorme demanda de agua, resta toda credibilidad en las demandas de agua de la Región de Murcia.
Regantes de Alicante, Murcia y Almería reclaman trasvases para “continuar con la producción” agraria
Regantes de las provincias de Alicante, Murcia y Almería han reclamado este lunes nuevos trasvases para el sureste español durante el acto reivindicativo que se ha celebrado en el Paseo Marítimo de San Juan de los Terreros de Pulpí (Almería) para “sensibilizar a la población de la importancia que tienen los trasvases” para continuar con la producción hortofrutícola que desde estas zonas “abastece a los mercados de varios continentes”. Durante el acto desarrollado en el marco de la campaña ‘Saborea el agua que nos une’ organizado por el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), los regantes han exigido que los trasvases queden contemplados en el futuro Pacto Nacional del Agua. Asimismo, han reclamado en particular la continuidad del trasvase Tajo-Segura, que se encuentra “a cero” desde hace unos meses. “Solo en la provincia de Almería, el Trasvase Tajo-Segura garantiza el abastecimiento a una población de más de 80.000 habitantes que residen en una docena de municipios, a la vez que permite regar más de 23.000 hectáreas”, han destacado desde la organización en un comunicado.
Los representantes del sector del regadío del sureste español han coincidido en reconocer la necesidad de una política de Estado en torno al agua que recoja los intereses de todas las regiones españolas y que contemple la interconexión de cuencas “en una clara apuesta estratégica por distribuir con justicia un recurso público como el agua, que es de todos y que no pertenece a quien la tiene cerca”, según ha manifestado el presidente de Scrats, Lucas Jiménez. Por su parte, desde la Federación de Regantes de Almería (Feral) han alertado de que el cierre del trasvase Negratín-Almanzora “puede ser inminente”. “La sequía ha provocado que los embalses en la cabecera de la cuenca se encuentren muy próximos al 30 por ciento de su capacidad y que el nivel del embalse del Negratín roce los 210 hectómetros cúbicos, que es el límite para dejar de trasvasar agua al Almanzora”, han señalado.
Para el presidente de Feral, José Antonio Fernández, “todo apunta a que el cierre del trasvase Negratín-Almanzora es inevitable y que lo peor está por llegar”, según ha observado en alusión a la falta de alternativas para garantizar la supervivencia de la actividad agrícola en parte de la provincia. La paralización del trasvase Negratín-Almanzora supondría, según el colectivo, la pérdida de un total de 15 hectómetros cúbicos hasta el próximo 31 de diciembre. La ausencia de ese recurso hídrico afectaría al 50 por ciento de la producción agrícola de la comarca del Almanzora, según sus cálculos, ya que la falta de agua “provocará de inmediato una reducción en la superficie de producción y la pérdida de miles de jornales en el campo, con el consecuente impacto económico y social”. La sociedad que gestiona el trasvase Negratín-Almanzora, Aguas del Almanzora, ha explicado a través de su presidente, Javier Serrano, que “la parte más dura para los regantes es saber que no tenemos otras opciones y que la falta de agua significa el paro y la ruina para muchos de los habitantes de la comarca, porque la agricultura es nuestra principal actividad económica”.