Mantecados, mantecados de almendra, murcianos, almendrados, cordiales, serenos, toñas de miel o almendrados de coco son algunos de los productos, dulces de Navidad, que se elaboran en estos momentos en la panadería-horno del Mulero, de Formentera del Segura. Y ello siguiendo la tradición que comenzó a principios de los años 40 el impulsor de este establecimiento, Juan Ferrándiz Ferrándiz junto a su esposa Rosario Cano Trives, la Tía Conca. Para ello se utilizan los mismos ingredientes y técnicas de siempre.
Pero si algo destaca en la propia panadería y en sus alrededores es el olor que desprende la cocción de dulces y otros productos en el horno moruno de ladrillo refractario del Mulero, alimentado con lena de naranjo y olivo. Uno de los pocos hornos de estas características que aún funcionan y que le dan a los productos que se cuecen en él el sabor especial y único .
Huevos, harina, azúcar, almendra, coco, raspadura de limón, canela, mistela, vino, anís, miel o cabello de ángel son algunos de los ingredientes que se utilizan para hacer estos manjares típicos de Navidad. Eso sí, mezclados de diferente forma y con distintas proporciones
El panadero Juan Ferrándiz Cano “El Mulero” de 78 años, aunque jubilado, está pendiente de todo. Su esposa, Carmen Filiú Valero es la responsable del horno, ayudada por hijos y nietos. El horno lo fundó su padre en 1943, cuando él tenía 6 años. Desde entonces su vida siempre ha girado en torno a la profesión ligada sobre todo al cereal como materia prima.
La instalación de transformación de la harina sigue igual, sobre todo el horno moruno que le da a los productos un aroma y gusto especial. Eso sí, algunas cosas han cambiando, comenta “El Mulero”. Como por ejemplo el combustible para el horno, alimentado antiguamente ” por lo que había” como gramisa del cáñamo, bolaga, pinochas (ramas de pino) y ramas de algodón o chopo. Todo había que transportarlo en carros tirados por animales.
Los métodos de amasar y mezclar ingredientes también, Antes había que hacerlo a mano, en una gran artesa de madera. Ahora por amasadoras eléctricas.
La actividad en la panadería-horno es constante. Junto a los dulces de Navidad hay que seguir elaborando otros productos consumibles a diario, sobre todo el pan , sin olvidar magdalenas, bizcochos, rollos, milhojas, tortadas, tortas saladas, panecillos de pipa empanadillas, empanadas, pizzas o almojábanas.
Pero si algo destaca en la propia panadería y en sus alrededores es el olor que desprende la cocción de dulces y otros productos en el horno moruno de ladrillo refractario del Mulero, alimentado con lena de naranjo y olivo. Uno de los pocos hornos de estas características que aún funcionan y que le dan a los productos que se cuecen en él el sabor especial y único .
Huevos, harina, azúcar, almendra, coco, raspadura de limón, canela, mistela, vino, anís, miel o cabello de ángel son algunos de los ingredientes que se utilizan para hacer estos manjares típicos de Navidad. Eso sí, mezclados de diferente forma y con distintas proporciones
El panadero Juan Ferrándiz Cano “El Mulero” de 78 años, aunque jubilado, está pendiente de todo. Su esposa, Carmen Filiú Valero es la responsable del horno, ayudada por hijos y nietos. El horno lo fundó su padre en 1943, cuando él tenía 6 años. Desde entonces su vida siempre ha girado en torno a la profesión ligada sobre todo al cereal como materia prima.
Los métodos de amasar y mezclar ingredientes también, Antes había que hacerlo a mano, en una gran artesa de madera. Ahora por amasadoras eléctricas.
