REDACCIÓN 15-10-2015
“Entendemos que es responsable plantear el futuro de la Institución Ferial Alicantina desde la viabilidad y enfocar la situación del recinto ferial con la seriedad que no tuvieron otros gobiernos, siempre hacia nuestros sectores productivos”, ha considerado la viceportavoz de Compromís en las Cortes y vicealcaldesa de Elche, Mireia Mollà, tras los dos plenos celebrados esta semana en el hemiciclo autonómico y en el que se ha abordado la situación de la feria alicantina.
La compleja situación que vive el recinto ferial alicantino, que arrastra una deuda de más de 60 millones, “ha de reenfocarse hacia nuestras pymes y convertirse en un punto de referencia y vertebración de nuestra economía, enfocada hacia los sectores tradicionales y más abierta a las nuevas tecnologías. Ha de ser un centro de encuentro con empresas extranjeras y sin dejar de aspirar a albergar certámenes prestigiosos”, ha defendido la diputada ilicitana.
Mollà se ha pronunciado en consonancia con el plan de trabajo con el que la consejería de Economía se ha puesto a buscar un modelo de explotación que defina el futuro de este recinto ubicado en Elche junto al aeropuerto internacional de Alicante-Elche, en L’Altet. La diputada también ha defendido una nueva política económica más sostenible y no continuar en una huida hacia delante con unas condiciones económicas gravosas para los valencianos y originadas por una política de tintes especulativos.
IFA se encuentra con una deuda mayormente ocasionada por su proyecto de ampliación, aprobado en 2004 por el Gobierno del Partido Popular en la Generalitat Valenciana. El proyecto apenas se ha ejecutado y se ha convertido en una bola de nieve para el Instituto Valenciano de Finanzas. La consejería de Economía Sostenible, a imitación de lo realizado en la institución ferial de Valencia, ha creado un grupo técnico que busque la viabilidad de un órgano que ha vivido al borde del embargo.