A última hora de la tarde del pasado miércoles 16 de septiembre, varios de los huevos de tortuga boba (Caretta caretta) procedentes del nido depositado en la playa de La Mata de Torrevieja la noche del 31 de julio, comenzaron a eclosionar. Dichos huevos se encontraban desde el 1 de agosto en la incubadora del departamento de investigación del Oceanogràfic, con el fin de poder controlar su temperatura y asegurar así un determinado número de nacimientos.
A la primera de estas tortugas nacida en el Oceanogràfic, se le ha bautizado con el nombre de “Chelo” en relación a la familia taxonómica “Cheloniidae” en la que se clasifica a estos reptiles.
El resto de huevos de tortuga boba trasladados desde Torrevieja se encuentran actualmente reubicados en un nido excavado en la playa de la Punta, y están siendo vigilados día y noche por voluntarios de la asociación Xaloc, con el fin de poder proteger a los recién nacidos en el momento en que emerjan a la superficie. En la ubicación de este campamento, denominado Playa Punta II, ha participado el Tercer Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM III), con base en Bétera (Valencia), con la cesión y montaje de una tienda de campaña de grandes dimensiones y una carpa. También está colaborando el Parador de El Saler, proporcionando apoyo logístico a los voluntarios.
El nacimiento de las tortugas de Torrevieja se ha producido pocos días después de haber liberado al mar, en la playa del Carabassí de Elche, a otro grupo de pequeñas tortugas, cuyo nido fue depositado en la playa de San Juan de Alicante el verano pasado. Tras más de un año de haber sido cuidadas y alimentadas en el ARCA del Mar del Oceanogràfic, estos ejemplares han alcanzado un tamaño considerablemente mayor, lo que contribuye a reducir en gran medida su peligro ante los depredadores naturales. A la suelta realizada en el litoral de Elche, el Ayuntamiento de Torrevieja fue invitado por la Consellería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural.
Algunas de estas tortugas llevan en el caparazón un dispositivo ligero diseñado por la Universidad Politécnica de Gandía, en colaboración con la Universidad de Valencia, con la finalidad de realizar su seguimiento y conseguir así valiosos datos biológicos de su dispersión en el mar. Hasta hoy se han registrado con exactitud señales de 4 de los dispositivos instalados. Uno de los ejemplares se estima que ya se encuentra a más de 80 km de la costa. La posición de las tortugas que los llevan incorporados, puede ser seguida por aquellos que lo deseen en http://www.seaturtle.org/tracking/?project_id=1143&dyn=1442471908.
Las tortugas marinas se encuentran gravemente amenazadas por efecto de la contaminación, la pesca y la colisión con embarcaciones, entre otras otros factores adversos. Por ello su estudio y protección por parte del ser humano, principal responsable de estas amenazas, son necesarios para la conservación de la especie a nivel global. Además, en el caso de las puestas de nidos en las playas mediterráneas españolas, la obtención de datos biológicos y de comportamiento pueden contribuir decididamente a la consolidación de estas nuevas zonas de puesta y sentar las bases de su correcta gestión.