El taller de empleo “Alquería” de Lo Marabú de Rojales ha sido clausurado hoy con la entrega de diplomas acreditativos a los 30 alumnos-trabajadores que han participado en los módulos de albañilería, carpintería, jardinería y pintura durante los últimos seis meses. El alcalde de Rojales, Antonio Pérez anunció la puesta en marcha de forma inmediata de otro taller de empleo destinado al mismo fin, continuar con las actuaciones en la alquería de Lo Marabú dentro del programa rehabilitación de la casa de Carmen Palazón para su uso como museo.
La iniciativa se enmarca dentro del programa de fomento de empleo conjunto de las consellerias de Economía, Turismo, Industria, corporaciones locales y Unión Europea.
Señalar en este sentido que el Gobierno Valenciano ya ha aprobado el nuevo taller que comenzará en noviembre y finalizará en mayo de 2016. Contará con 30 alumnos que se dividirán en los módulos de albañilería, infraestructura de jardinería, soldado y alicatado. Su presupuesto es de 219.778 euros.
Antonio Pérez aseguró durante la clausura que el proyecto de Lo Marabú es hacer visitable este lugar del alto valor histórico y etnográfico y con ello, “promocionar nuestro turismo con el valor añadido que representan nuestros lugares históricos y monumentales”. Dirigiéndose a los alumnos-as aseguró que cuando este lugar sea visitable “algo vuestro estará aquí”.
Por su parte, el director del taller de empleo, José Francisco Vera, destacó que los conocimientos que han recibido los alumnos son “un camino hacia la especialización al haber actuado en la rehabilitación de un lugar histórico con técnicas y objetivos específicos”.
En el acto también estuvieron presentes las concejalas de Patrimonio Histórico y Natural, Inmaculada Chazarra y de Turismo, Edelmira Andreu, así como responsables del Servef.
Lo Marabú, situado al sur del término municipal de Rojales, lindando con la laguna de la Mata, es una casa-palacio solariega del siglo XVII que alberga un importante patrimonio etnográfico. Junto a la casa-palacio en sí, existe una ermita, jardines, un aljibe monumental y una bodega subterránea entre otros elementos históricos. Fue construida por una familia de origen francés Los Marbeuf y cedida por su última propietaria, Carmen Palazón, al Ayuntamiento de Rojales.