La mayoría de las grandes cadenas de distribución implantadas en nuestro territorio venden mieles importadas por las industrias, muchas veces pasteurizadas y con una calidad muy inferior a las nuestras artesanales. Por ello hay que hacer campañas divulgativas y más controles
TEXTO L.C.I.
MARTES 18-12-2018
LA UNIÓ de Llauradors i Ramaders pide que la información en el etiquetado de la miel incluya, además del origen, si la misma ha sido pasteurizada y que se aumenten los actuales controles para evitar posibles adulteraciones. Reclama también campañas de divulgación de nuestras mieles.
LA UNIÓ pide al Gobierno de España más medidas para que el consumidor pueda decidir libremente los productos que quiere consumir, como por ejemplo información sobre si la miel ha sido previamente pasteurizada. Esta Organización, que ya viene reclamando la modificación de la normativa sobre etiquetado de la miel desde hace tiempo, denuncia la realidad que sufren diariamente los apicultores con sus productos cuando terminan en los lineales de la Comunitat Valenciana y critica a las Administraciones por falta de medios para detectarlo y perseguirlo.
Reivindica así una Ley de Etiquetado para evitar los abusos que actualmente se están produciendo, en el que se especifique claramente el país o países de origen de las mieles, así como los porcentajes de cada uno de ellos, para que así los consumidores pudieran elegir libremente, y sin engaños, la miel que quieren consumir. “Un etiquetado adecuado es necesario para el consumidor, pero la verdadera causa de los bajos precios de la miel que sufre el sector es la saturación del mercado con mieles mezcladas con jarabes y la falta de interés de las Administraciones”, afirman desde el sector apícola de LA UNIÓ. En estos momentos la venta al por mayor de miel ha quedado bloqueada por las importaciones, que se han visto favorecidas por la carencia de transparencia en el etiquetado.
En España se producen anualmente 31.000 toneladas de miel y se importan 33.500 toneladas. Exporta alrededor de 25.000 toneladas de su producción, la mayor parte de las mismas a otros países de la Unión Europea (UE). La mayoría de las grandes cadenas de distribución acostumbran a comercializar miel importada, en muchas ocasiones pasteurizada. La pasteurización destruye las propiedades biológicas de la miel y hace que se pueda encontrar en estado líquido durante más tiempo. Esta miel importada es, por regla general, procedente de mezclas microfiltradas, de dudosa calidad y se vende a bajos precios. En este sentido, LA UNIÓ y el resto de organizaciones de la Unión de Uniones estudiarán posibles denuncias a las industrias que vendan de forma fraudulenta mieles mezcladas con jarabes y otras sustancias.
Para frenar en la medida de lo posible la situación, LA UNIÓ solicita campañas de divulgación para que el consumidor conozca qué implica la pasteurización y sepa valorar que una miel artesanal no ha sido pasteurizada. Ante esta situación pedirá tanto a la Conselleria como al Ministerio de Agricultura una campaña informativa dirigida a los consumidores sobre la gran calidad de nuestras mieles en comparación con las importadas.
Por otra parte, LA UNIÓ pide que se realicen más controles sobre las importaciones en los puertos de entrada con analíticas para asegurar que la miel que se compra no está mezclada con otros azúcares, jarabes, siropes o melazas con el objetivo de controlar una posible adulteración y que no le den “gato por liebre” al consumidor. Por ello pide al Gobierno y a la Conselleria de Agricultura que incorporen los medios humanos y tecnológicos necesarios y modifiquen los protocolos de análisis y control que permitan la misma eficacia en la detección de este tipo de fraude que se consigue en otros países de la Unión Europea con métodos como la Resonancia Magnética Nuclear (RMN).