Compromís pregunta al Gobierno de Sánchez si pondrá fin al concordato con el Vaticano para conseguir la aconfesionalidad del Estado que se promulga en la Constitución

TEXTO L.C.I.

MADRID 08-08-2018

El senador de Compromís, Carles Mulet, ha presentado una pregunta escrita al Gobierno estatal para saber si, por fin, pondrá fin al concordato con el Vaticano.
Las constantes críticas a niveles sociales y políticos al mantenimiento de privilegios e esta religión dentro de un estado que se considera aconfesional han llevado a cuestionar la relación del Estado con la Iglesia.

A principios de este mismo año, Sánchez afirmaba que eliminar la religión del horario lectivo era necesario para que “el país avance” y que contemplaba la revisión del Concordato con la Santa Sede para eliminar la asignatura de Religión de todos los colegios. El pasado mes de julio y con los socialistas ya en el Gobierno, su postura se ha suavizado, pasando de querer eliminar la religión a que ésta dejase de computar en las notas. “Hay que ser consecuente. Si tan claro se tenía que era necesario eliminar la religión de las aulas, hora no se pueden limitar los cambios a lo que la Ministra de Educación propone, simplemente no computar la asignatura” apunta Mulet.

El Estado gasta anualmente la friolera cantidad de 100 millones en maestros de Religión ya que sus salarios los paga el Estado, a lo que hay que añadir que no se pasa ninguna oposición para acceder al puesto. “Pagamos todos los contribuyentes una enseñanza que debería estar completamente fuera del sistema educativo público. Esto es inconcebible fuera de nuestras fronteras. La aconfesionalidad del Estado no se garantiza ni a ningún nivel y los cambios deben de empezar ya, aunque sea 40 años después de la aprobación de la Constitución” añade el senador.

La respuesta del anterior ejecutivo fue que, teniendo en cuenta que las circunstancias que llevaron a la firma el Acuerdo de Cooperación entre España y la Santa Sede sobre asuntos jurídicos, sobre enseñanza y asuntos económicos no habían variado y habida cuenta de las estrechas relaciones de colaboración y cooperación mantenidas el Gobierno considera que las relaciones de España con la Iglesia Católica deben seguir basándose en los principios de libertad religiosa, aconfesionalidad del Estado, cooperación y dentro del marco del ordenamiento constitucional vigente.

“Esperamos tener una respuesta diferente esta vez y que venga acompañada de cambios importantes. Desde Compromís seguiremos luchando para conseguir la laicidad de la educación que es la base de todo el sistema y que, de no garantizarla, se mantendrá con una estructura antigua y preconstitucional”, concluye.