Salvador: ‘La Ley de l’Horta de València marca un punto de inflexión para proteger este espacio único que se ha visto seriamente amenazado’
– La consellera presenta en Les Corts una iniciativa legislativa que permitirá hacer frente a la degradación sufrida por l’Horta en las últimas décadas
– El proyecto de ley contempla el Plan de Acción Territorial, que supone la conservación activa de más de 10.000 hectáreas
TEXTO L.C.I.
MIÉRCOLES 29/11/2017
La consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador ha presentado en Les Corts Valencianes el Proyecto de Ley de l’Horta de València.
Esta iniciativa legislativa impulsada por el actual Gobierno valenciano supondrá un “punto de inflexión” que permitirá “proteger y recuperar los valores sociales, ambientales, económicos y culturales de este espacio único que se ha visto seriamente amenazado por la degradación de las últimas décadas”. Segun ha recordado, “las políticas especulativas y la presión urbanística han transformado en suelo urbanizado más del 30% de su terreno histórico”.
Salvador ha destacado que, esta norma, se ha realizado mediante el “debate y consenso con todos los sectores sociales” y recoge, 17 años después, el “espíritu del dictamen del Consell Valencià de Cultura sobre la conservación de la huerta que los gobiernos anteriores nunca impulsaron”.
En este sentido, ha apuntado que “la mejor forma de conservar este espacio es hacer de la huerta un espacio vivo y sostenible desde el punto de vista económico, social y ambiental, no queremos una huerta museística sino una huerta productiva”.
Por ello, ha explicado que la Ley de l’Horta de València se desarrollará a través de tres figuras: el Plan de Acción Territorial (PAT) de l’Horta, que ya está tramitando la Conselleria y que este mismo miércoles el DOGV publica la seguna exposición al público; el Ente de Gestión de l’Horta y el Plan de Desarrollo Agrario que realizará la conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural. Este último punto, según Salvador, evidencia que la ley se basa sobre todo en el “factor humano” porque tiene como “elemento fundamental y central del Sistema de l’Horta la figura del agricultor y su potenciación”.
Plan de Acción Territorial de l’Horta
Así, la consellera ha desgranado cada una de las patas fundamentales de esta ley como el Plan de Acción Territorial (PAT) de l’Horta que es un “instrumento de ordenación supramunicipal que permitirá la conservación activa de más de 10.000 hectáreas, así como la definición y clasificación de los usos y actividades permitidos en cada uno de los grados de protección de la huerta”.
En este punto, Salvador ha incidido en las figuras específicas de clasificación y zonificación del suelo que permitirán la recuperación de huerta degradada: los Enclaves y los Sectores de Recuperación de la huerta que quedarán definidos en el PAT.
Los Enclaves son terrenos degradados con edificaciones en ruina sin valor patrimonial y sobre los que se pueden realizar actuaciones de regeneración para su explotación agraria efectiva, así como para reedificar o rehabilitar las construcciones.
Los Sectores son espacios amplios de huerta en los bordes urbanos sobre los que hay edificaciones en ruina o mal estado de conservación o terrenos agrícolas degradados, que serán regenerados y puestos en cultivo.
De igual manera, el proyecto de ley también contemplan medidas para hacer frente al abandono o mala utilización de las parcelas en el suelo agrario infrautilizado. En este caso, Salvador ha señalado que se aplicará la mediación para asegurar el uso efectivo y el mantenimiento de las tierras de cultivo y en casos extremos, de acuerdo con criterios de la Unión Europea y como ya aplican otras comunidades autónomas, un sistema de arrendamiento forzoso en favor de un tercero para trabajar la tierra o su cesión al Ente Gestor de l’Horta de València para el aprovechamiento de las tierras de cultivo.
El Ente Gestor de l’Horta
Otra de los puntales básicos de la ley es el Ente Gestor de l’Horta de València cuya finalidad será la de garantizar la pervivencia de las actividades agrarias y participará en la elaboración del citado Plan de Desarrollo Agrario, junto a la Conselleria competente en materia de agricultura.
Se trata de un órgano con amplias funciones en que participarán tanto entidades públicas como privadas y donde estarán representados el Tribunal de las Aigües de la Vega de Valencia, la Real Acequia de Moncada, las comunidades de regantes, el Organismo de Cuenca del Júcar, las universidades, los ayuntamientos de la zona, la Diputación Provincial, los sindicatos, las asociaciones agrarias, las organizaciones de defensa del medio ambiente, las asociaciones de consumidores y los representantes de la Generalitat.
Entre sus funciones -ha mencionado la consellera- figuran las relativas al apoyo a la promoción, comercialización y diferenciación de los productos de la huerta, impulsando y gestionando las marcas de calidad que los dotan de un valor añadido y diferencial. En definitiva, se trata de ofrecer un instrumento legal, “muy estudiado y consensuado para proteger de forma activa a las personas que cultivan la huerta como su medio de vida, así como la pervivencia de los cultivos y las explotaciones agrarias”.
Plan de Desarrollo Agrario
Según ha asegurado Salvador, la Ley de l’Horta de València “defiende a las personas, agricultores y agricultoras, que han sido los artífices en la modelación de este territorio durante muchas generaciones” y, por tanto, son “un elemento motor imprescindible de un sistema productivo, ambiental y cultural de extraordinario valor”.
En su defensa, la ley incluye medidas de gestión y financiación de la actividad agraria que fomentan su mantenimiento y la mejora de las condiciones de vida de las personas que se dedican a ella. Así, entre la medidas ha destacado el Plan de Desarrollo Agrario, que tiene como finalidad la mejora de la renta de los agricultores garantizando la rentabilidad económica tanto de las empresas como de las explotaciones agrarias.
Por último, la consellera ha señalado que esta ley es “necesaria” y supondrá un “nuevo rumbo” en las políticas públicas que permitirá “frenar las agresiones que en los últimos años ha sufrido nuestro patrimonio natural y nuestro territorio con un urbanismo especulador”.