TEXTO L.C.I.

PILAR 20-08-2017

 Desde que el gobierno socialista encabezado por Ignacio Ramos se instaló en el Ayuntamiento de Pilar de la Horadada, medio centenar de personas han comenzado a trabajar para el consistorio en distintas áreas: servicios sociales, obras y servicios, deportes, urbanismo, cultura, fiestas, turismo… sin que el municipio haya experimentado un notable ascenso de la demanda de servicios, y sin que este incremento de la plantilla haya repercutido en la mejora del servicio que el gobierno socialista ofrece a los ciudadanos.

El concejal de personal, José Tomás Saura, siempre argumenta que Pilar de la Horadada necesita más empleados públicos, a pesar de no haber justificado este extremo de manera documental. Además ha sido criticado en numerosas ocasiones, y en distintos foros por, supuestamente, “colocar” a personas de su entorno incluso de su propia familia, en detrimento de otros candidatos.

El equipo de Unión Pilareña ha estado investigando varios meses para conocer qué disposiciones legales le permiten al gobierno socialista “enchufar” de forma indiscriminada a trabajadores en el consistorio. No ha sido un trabajo fácil, pues el alcalde socialista Ignacio Ramos impuso en febrero de este año un decreto por el cual la oposición no podrá acceder a ningún tipo de información municipal sin el conocimiento y aprobación previa del regidor.

A pesar de todas estas circunstancias, hemos descubierto el “truco” de la práctica asidua del enchufismo en el Ayuntamiento de Pilar de la Horadada: las entrevistas personales en los procesos de selección.

Resulta que cuando el señor Saura, concejal de personal, prepara unas bases de selección de personal para dotar de empleo una categoría profesional en el Ayuntamiento de Pilar de la Horadada, valora con la misma puntuación la formación del aspirante (posesión de título académico), que la entrevista personal (resolución de supuestos prácticos). Esto quiere decir que, por ejemplo, si en una plaza de administrativo un aspirante puede obtener un total de 20 puntos (entre experiencia, titulación, idiomas, entrevista personal, otros cursos, etc.) la titulación valdrá 5 puntos, y la entrevista personal valdrá otros 5 puntos. Es decir: valen los mismos puntos los estudios y titulación de un aspirante que los resultados de una entrevista personal.

Consideramos que en la forma actual de regular los procesos de selección de personal municipales, la mayor parte del peso del procedimiento selectivo queda en manos de la entrevista personal, que incluye un alto y arriesgado factor de subjetividad. Es una prueba arbitraria que deja en manos del tribunal y, los políticos, un margen de decisión muy sustancial. La prueba de la entrevista, no puede determinar al aspirante seleccionado. Entendemos que el sistema de comprobación de capacidad mediante pruebas de conocimiento es más justo y acorde con los principios de mérito, capacidad e igualdad, y evita en mayor medida las posibles desviaciones de poder en la selección de aquellos.

Por eso, desde Unión Pilareña proponemos controlar el “coladero” de los “enchufados políticos” por la puerta falsa de la valoración de “las entrevistas personales”, aprobando una normativa municipal en el Pleno del próximo mes de septiembre, que esperamos sea apoyada por todos los grupos municipales, y cuya síntesis sea la siguiente: “En el caso de convocarse a los candidatos para realizar una entrevista y/o prueba práctica, la valoración que se otorgue en este apartado no podrá superar el 5% (cinco por ciento) de la puntuación máxima que se pueda obtener mediante la suma del resto de apartados que se incluyan en la convocatoria”.