-El cristo y los dos ladrones permanecen toda la noche en la cima del Monte Calvario hasta el día siguiente
TEXTO L.C.I.
FOTOS AYTO/E.D.G.
El municipio de Rojales revivió la madrugada de este viernes la muerte y crucifixión de Cristo en un acto donde ritual, tradición, cultura, religiosidad, y el sentir de todo un pueblo se unieron. Una larga marea humana recorrió el casco urbano de Rojales, desde la iglesia de San Pedro hasta el monte Calvario, para presenciar esta manifestación popular, un acto singular y único en toda la geografía valenciana y seguramente de todo el país. Se celebra desde al menos desde el siglo XIX aunque no se descarta que sea anterior.
La procesión de subida al monte Calvario del Cristo y los dos ladrones tienen la particularidad de que las tres tallas permanecen durante la noche del Jueves Santo en la cima del cabezo. En él, tiene lugar una representación de la Crucifixión de Jesús, protagonizada por actores locales dirigidos por Asunción Rodríguez. A primeras horas del Viernes Santo, las tallas son bajadas en Vía Crucis. Más de 500 personas acudieron al acto durante la madrugada del viernes.
La concejal de Cultura y Patrimonio, Inmaculada Chazarra califica de “emotivo” el acto. “Cientos de personas han querido estar presentes en esta procesión; grandes y pequeños, creyentes y menos creyentes, una multitud de personas arraigados desde hace más de un siglo a sus raíces”.
Según Jesús Martínez, miembro de la Junta Mayor de Hermandades y Cofradías y asesor municipal del Ayuntamiento, la subida al calvario tiene año tras año una mayor aceptación popular, no únicamente por parte de los vecinos-as de Rojales sino por muchos municipios cercanos como Formentera del Segura y Benijófar. Muchos de sus vecinos están integrados y forman parte nuestra Semana Santa. Además explicó que acuden personas de otros municipios de la comarca y la provincia que no quieren perderse esta muestra viva de un patrimonio cultural intangible y popular provincia.
La subida al monte Calvario tenía lugar en el cerro de “Los Pasos”, donde existía un antiguo Vía Crucis. En los años 60 dejó de celebrase y se retomó de nuevo en 1976 durante seis años. A partir de 1999 volvió a celebrarse.
El acto del Calvario fue precedido por la procesión del Silencio donde participaron las imágenes del Cristo de la Buena Muerte y la Dolorosa, junto a capirotes de casi todas las cofradías y por la banda de música La Flagelación de Guardamar del Segura”.