“DUELO A CAPA Y ESPADA EN LA MATANZA” E. Marco, cronista oficioso de Favanella
“DUELO A CAPA Y ESPADA EN LA MATANZA“
E. Marco, cronista oficioso de Favanella
ABANILLA 07-04-2017
Como ya se ha referido en otros escritos y artículos en programas, revistas festeras y demás publicaciones, el señorío de Abanilla fue instituido tras la pacificación de la sublevación de los moros del reino de Murcia, en 1266, a favor de Guillén de Rocafull (I del nombre), ratificado en 1281 por Alfonso X El Sabio, en la persona de su hijo Ramón de Rocafull (I señor de Abanilla). Guillén de Rocafull era primo y lugarteniente de Jaime I El Conquistador, cuya descendencia procede de Montpellier (Francia). Y por los muchos e importantes servicios prestados a la Corona de Aragón, le fue concedida la administración de varias villas, lugares y señoríos, con importantes extensiones de huerta en la Vega Baja del Segura, entre ellos Favenella (Abanilla) y Albatera, estableciendo en este lugar su palacio residencia, del que todavía quedan algunos vestigios.
Los Rocamora llegaron también con Jaime I El Conquistador, en 1266. Son de un linaje francés procedente del caballero Ramón de Rocamora, descendiente de la Casa Real francesa. En los repartimientos de tierras a que hubo lugar tras la pacificación, recibieron el sitio llamado La Granja, lindante con Cox y Albatera, además de otras tierras en los lugares de La Matanza, que ya se llamaba así cuando vino Jaime I El Conquistador, y la puebla de Menferri (Benferri). En lo sucesivo ostentaron los títulos nobiliarios de barón de Benferri, del marquesado de Rafal y del condado de La Granja, pasando a llamarse “La Granja de Rocamora”.
Las tierras de La Granja de Rocamora se riegan con la llamada acequia de Cox, que parte de la acequia Mayor de Callosa-Catral, por su margen izquierda, que pasa de Cox a La Granja y después a Albatera, que es la cola. A través del devenir histórico, ha habido enconadas disputas por las aguas de esta acequia entre los de La Granja, feudo de Los Rocamoras y los de Albatera, feudo de Los Rocafull, sobre todo cuando los caudales circulantes eran escasos. Los de La Granja hacían motas y se chupaban toda el agua circulante, sin dejar pasar ninguna a sus vecinos de Albatera. Y como la torre defensiva de La Granja está a unos cien metros escasos de donde hacían la mota en la acequia, cuando Los Rocafull mandaban gente armada para que no impidieran el paso del agua, desde la torre defensiva se lo impedían con tiros de ballesta, lo cual originó sus correspondiente contenciosos y disputas consuetudinarias, que en el año 1560 pudieron dar lugar a un duelo a espada entre Los Rocamoras y Los Rocafull, en el campo de La Matanza, cuyo relato es el siguiente:
“El día 16 de diciembre de 1560, a las diez de la mañana, se citaron para el desafío en el cabezo de don Carlos, que está junto al mojón de Murcia, en el campo de La Matanza, don Jaime y don Juan Rocamora, don Enrique y don Luis Rocafull. Don Enrique dijo que quería pelear con don Juan y que don Jaime pelease con don Luis. A lo que respondió don Juan que como él era el que había tenido la riña causante del desafío con su primo don Jaime, creía que debían combatir los dos, uno contra otro, y él y don Luis aparte. Hubo algunas réplicas, pero como estaban todos con ansias de pelear se allanaron las dificultades. Cuando don Juan se disponía a combatir con don Luis, le dijo: Primo, esté atento que don Enrique os va a encapar. Pero éste aprovechó muy poco la advertencia que le hizo su primo, porque cuando se dio cuenta don Enrique lo había encapado y sin perder la ocasión le tiró a la rodilla y cayó de rodillas y cerró con él don Enrique, y le tomó las guarniciones de la espada, haciendo fuerza para quitárselas. No fue menos diligente don Juan con don Luis, quien le metió la espada por entre las guarniciones y le atravesó la mano; don Luis cogió la espada con la mano izquierda, pero le hirió también en esa mano y se le cayó la espada, porque ya no tenía fuerza para sujetarla. Al ver don Juan que su contrario no podía hacer guerra, fue a socorrer a su primo, a quien don Enrique le tenía encapado, de rodillas y tomado de las guarniciones de la espada y le dio una estocada en los pechos, sin intención de matarle. Cuando don Enrique vio cargar sobre sí a don Juan, se volvió contra él y don Jaime entró por el lado y le hirió a don Enrique en el brazo de la espada, que con el golpe se le cayó al suelo; y no se tiraron más cuchilladas, quedando la victoria para los Rocamoras.
Los Rocamoras curaron a los Rocafull como supieron y les ayudaron a subir a sus caballos; y don Juan, que fue el único que quedó sin heridas, curó también a su primo don Jaime.
Después de este desafío acudieron parientes, amigos y valedores y haciendo las perfectas ordinarias, y como no era solo en la ciudad de Orihuela donde estaban divididos, siguieron unos a la una y otros a la otra, se temió que fueran a encenderse más que noventa y un años antes, cuando tuvieron lugar tantas muertes de Rocafull y Rocamoras. Por lo que don Pedro Maza, gobernador, que era Rocafull por la madre, persuadió al consejo que sacaran el pendón de la ciudad contra los Rocamora y el conde de Cocentaina, su valedor, que estaban encastillados en Aspe con muchos caballos, deudos y otros vasallos. El reino estaba tan alterado, que tuvo que venir el príncipe don Fernando, entonces rey de Sicilia, a Orihuela y con su autoridad y valor se hicieron primero treguas y después de algunos años paces llanas, por medio de algunas personas de buena intención. Y después no han tenido ellos ni sus sucesores pesadumbres de consideración; y se han confirmado las paces con muchos casamientos entre las dos familias.”
Campo de la Matanza, en la actualidad
En la delimitación del término de Fortuna acaecida en el año 1628, se menciona en el paraje de La Matanza la existencia del sitio y casa de don Antonio de Rocafull. Presuntamente, puede que se trate de la Casa del Reloj o de la actualmente llamada Casa Cabrera, dado que ésta pasó a ser dominio de Los Cabrera en el s. XVIII. Probablemente, este duelo se debiera a cuestiones de lindes y aguas; y el hecho de batirse en La Matanza fuese para alejarse lo suficiente de Orihuela y sus cercanías, lugares muy poblados, con el fin de evitar ser descubiertos por las autoridades eclesiásticas, que hubiesen tratado de impedirlo bajo pena de excomunión a los contendientes.
OTROS DATOS:
Este duelo, según consta en los Anales de Bellot, tuvo lugar en la década de 1460-1470, que NO en 1560. La Granja como lugar poblado es de fundación tardía, del último tercio del s. XV. Por tanto, durante la dominación musulmana no existía como tal; y Cox y Albatera eran colindantes. Lo de poner 1560, puede deberse a un error de transliteración del legajo original, dado que refiere al príncipe don Fernando, entonces rey de Sicilia, a la postre Fernando II de Aragón y tras la unificación el rey Fernando El Católico.