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Esta organización confía en que se concedan ayudas para los agricultores y también que se adopten medidas para prevenir

TEXTO E. DE GEA

FOTOS E.D.G.

VIERNES 23-12-2016img_20161221_161252

 El fuerte temporal de lluvias ha traído graves consecuencias para el sector agrario de la Vega Baja al producirse una inundación general en toda la comarca, en parte debido a la falta de prevención y al mal funcionamiento de las infraestructuras existentes, según señala LA UNIÓ de Llauradors.

Las inundaciones han originado grandes pérdidas en cultivos que han sido anegados por el agua y al quedar bajo la misma provocará la pérdida de la cosecha; sobre todo en hortalizas como alcachofas, brócoli, coliflores, coles, patatas, alfalfa, etc., además de los problemas derivados del exceso de humedad que pueden afectar a producciones no anegadas o poco anegadas por problemas de hongos como es el caso de los cítricos. Para LA UNIÓ es hora de hacer balance y conceder las ayudas necesarias a los agricultores que les compensen de las grandes pérdidas sufridas, pero también de ver lo que no se ha hecho bien y empezar a corregirlo para que estos efectos sean cada vez menos graves para la agricultura y para el resto de la sociedad de la Vega Baja.img_3380

LA UNIÓ señala que las infraestructuras, los azarbes, no han funcionado todo lo rápido y bien que deberían. Han evacuado a gran velocidad el agua de las zonas más altas a las más bajas, pero una vez allí las han estancado porque en su diseño no se tuvo en cuenta su doble función, una para mantener el sistema de avenamiento y evitar su encharcamiento con el fin de mantener la productividad de las tierras y el segundo -e igual de importante- el de hacer la función de desagüe de los grandes episodios de lluvias evitando la inundación de tierras. Cuando se fueron transformando o canalizando no hubo un plan general que coordinara estas actuaciones y previera como tenía que ser su diseño y cada Comunidad de Regantes hizo lo que más le interesaba Al final, aunque cumplen su función primera en las grandes lluvias, crean problemas a las zonas bajas que debían haber funcionado eficaz y rápidamente para evacuar esta agua. Cabe señalar que en la parte izquierda del Segura únicamente se han producido las inundaciones por el agua caída y no como consecuencia del río.img_3371

Otro problema a juicio de LA UNIÓ ha sido la falta de información veraz acerca del desarrollo de las jornadas de lluvia, pues no hay que olvidar que la mayoría de agricultores viven en los diseminados donde tienen su explotación y sus casas, pero también la maquinaria de trabajo o los animales, entre otras cosas. Ha existido desinformación y descoordinación por parte de los diferentes responsables de las Administraciones, empezando por la Confederación Hidrográfica del Segura que en ningún momento ha facilitado una información clara de la evolución de la riada. Cabe resaltar que un instrumento importante como el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) hace tiempo que no funciona, ni tampoco se ha actuado para desmentir rumores que crearon mucha alarma social como el del pantano de Santomera.

Tampoco hay un plan general de actuación en los diferentes municipios para poder reaccionar en estos casos y menos todavía uno comarcal que pueda actuar, coordinar y dar información. Con este plan se habría corregido o intentado corregir las infraestructuras que funcionen mal y así “prevenir antes que curar”.