-El Guadalentín se hunde a razón de 100 milímetros al año, elevando el riesgo de impacto económico, inundación y para las infraestructuras de la zona
-El hundimiento de Orihuela está en fase de estudio, y ya se conocen datos de 5 milímetros al año donde la iglesia de Santa Justa y Rufina se tuvo que recalzar por el problema de subsidencia.
-Dos proyectos monitorizan y modelizan la subsidencia del terreno en Orihuela, Murcia y el Valle del Guadalentín mediante interferometría SAR (InSAR), además de evaluar el efecto de la subsidencia del terreno sobre las edificaciones y otras infraestructuras
TEXTO E.DE GEA/UA
LUNES 25-07-2016
Murcia es la ciudad donde más daños ha habido a principios de los años noventa del siglo XX, con cincuenta millones de euros en costes de reparación debido al hundimiento de la tierra por la sobreexplotación de aguas subterráneas. Es lo que se denomina subsidencia del terreno.
Roberto Tomás Jover, investigador del Departamento de Ingeniería Civil de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante alerta sobre el riesgo que para España supone la subsidencia del terreno. El progresivo hundimiento de la superficie se debe a la extracción masiva de agua desde el subsuelo. Esta extracción genera la consolidación de suelos, dando lugar a asientos del terreno que pueden afectar a las infraestructuras apoyadas en el mismo. El Valle del Guadalentín, en Lorca, es la zona de Europa más afectada por este problema, al que sigue, en el ámbito de la geografía española, Murcia.
La sequía que asoló la región de Murcia entre los años 1995 y 2008, unida a la sobreexplotación del acuífero dejó este problema en el área metropolitana. Ahora, el último estudio publicado por el grupo de investigación que lidera en la Universidad de Alicante Roberto Tomás Jover constata cómo, en los últimos años, el terreno ha ido subiendo gracias a la recuperación del nivel del acuífero, al dejar de extraer agua. Los datos aparecen publicados en el artículo Comparison of water-level, extensometric, DInSAR and simulation data for quantification of subsidence in Murcia City (SE Spain) de la revista científica Hydrogeology Journal.
El levantamiento del suelo, en cambio, acarrea otro tipo de problemas. Tomás Jover explica que <<un asiento de más de 2,5 centímetros ya es un problema; otro es el hecho de que no asiente todo por igual>> con la consiguiente desviación en altura de una fachada a otra de un mismo edificio. El estudio citado analiza la recuperación de aguas subterráneas que ha ocurrido desde 2008 y, a continuación, determina la razón de la deformación de tierra ocasionada.
El investigador cita el caso de la iglesia de Santa Justa y Rufina en Orihuela como ejemplo, de la que dice <<se tuvo que recalzar>> por el problema de subsidencia.
El equipo de investigadores con Tomás Jover al frente está estudiando, desde el año 2003, la subsidencia del terreno o progresivo hundimiento de una superficie en las Vegas Baja y Media del Segura. En España existen numerosas regiones afectadas por subsidencia del terreno, especialmente en el sur y sureste, donde la demanda de agua es elevada mientras que los recursos hídricos son más escasos y, por tanto, el déficit de agua se suple con aguas subterráneas. De todos los casos en estudio, el más alarmante es el del Valle del Guadalentín, en Lorca, pues presenta la mayor subsidencia del terreno por extracción de agua de toda Europa. Sobre el fenómeno lorquino el grupo de investigación de Tomás Jover ha publicado en la revista científica Engineering Geology, en 2015, el trabajo Twenty-year advanced DInSAR analysis of severe land subsidence: the Alto Guadalentín Basin (Spain) case study y tienen, actualmente, un proyecto del Ministerio para estudiarlo. Le sigue Murcia, con unos valores registrados de hasta 7 milímetros por año.
Los grupos de investigación de la UA de Ingeniería del Terreno y sus Estructuras (INTERES), con Tomás Jover como investigador principal (IP), y el de Señales, Sistemas y Telecomunicación, con el profesor Juan Manuel López Sánchez como IP, están usando la Interferometría SAR (INSAR) desde el año 2003 para estudiar la subsidencia del terreno en las Vegas Baja y Media del Segura. Los expertos han realizado un estudio mediante Interferometría SAR (INSAR), técnica que permite detectar con precisión milimétrica desplazamientos de la superficie de la tierra a lo largo del tiempo gracias al uso de sensores remotos sobre plataforma espacial, es decir, tomando datos desde satélites que orbitan a más de 700 kilómetros de distancia de la tierra. En concreto para este caso, han empleado satélites de la Agencia Espacial Europea (ESA) y de la Agencia Espacial Alemana (DLR).
Los trabajos de subsidencia del terreno que han llevado a cabo en España se han desarrollado gracias a la colaboración entre los grupos de investigación de la UA de Ingeniería del terreno y sus Estructuras (INTERES), dirigido por Roberto Tomás Jover; Señales, sistemas y telecomunicación, al frente del cual está Juan Manuel López Sánchez; Geohazards InSAR laboratory and Modelling Group, dirigido por Gerardo Herrera del Instituto Geológico y Minero de España (IGME); la Unidad Asociada de investigación de movimientos del terreno mediante interferometría radar (UNIRAD), entre la UA y el y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), que dirige Gerardo Herrera por el IGME y Roberto Tomás por la UA, y del que también forma parte Juan Manuel López. Tal y como apunta Roberto Tomás, <<se trata de grupos multidisciplinares, expertos en SAR, georiesgos, modelización e ingenería civil, que colaboran activamente en trabajos de investigación relacionados con la subsidencia del terreno y la teledetección desde 2002>>.
El investigador de la UA revela que <<ahora mismo tenemos dos proyectos del Ministerio activos, en cuyo marco estamos monitorizando y modelizando la subsidencia del terreno en Orihuela, Murcia y el Valle del Guadalentín mediante interferometría SAR (InSAR), además de estar evaluando el efecto de la subsidencia del terreno sobre las edificaciones y otras infraestructuras>>.
Otros casos de estudio que están desarrollando este equipo multidisciplinar son Orihuela, con valores registrados de 5 milímetros al año; el norte de Madrid, donde se da subsidencia durante periodos de extracción, que se recupera casi totalmente cuando cesa el bombeo; y algunas zonas de Barcelona, como son El Vallés y Santa Perpetua de Mogoda, con tasas máximas de 6-10 milímetros al año. Además, recalca el experto de la UA, <<adicionalmente, colaboramos con grupos de investigación internacionales como Leeds, Glasgow, Newcastle (fruto de esta colaboración se elaboró el trabajo de Pekín), Federico II di Napoli, Florencia, Pavía, Liverpool, etc., así como con multitud de grupos de investigación nacionales (Granada, UPV, UPC, UPM, Zaragoza, CSIC, Oviedo, etc.)>>.
Un problema medioambiental, económico, logístico mundial
La subsidencia del terreno tiene un gran impacto económico, puesto que puede afectar a infraestructuras lineales, como son el AVE, carreteras, etcétera, y a edificios. Además, al descender la superficie del terreno, aumenta el riesgo de inundación; en ciudades próximas al mar el efecto es aún más perjudicial si encima sumamos el efecto de elevación del nivel de agua por el cambio climático. Las deformaciones inducidas por la subsidencia del terreno también producen grietas en la superficie del terreno de gran longitud (algunas kilométricas) que pueden afectar a multitud de infraestructuras. Dada la importancia del problema, la UNESCO creó el Working Group on land Subsidence, del que es miembro el investigador de la UA.
En el mundo existen más de ciento cincuenta grandes ciudades afectadas por el fenómeno de la subsidencia del terreno, confirma el investigador. Uno de los ejemplos es China. <<Es un problema muy importante, dado que afecta a más de cuarenta y cinco ciudades abarcando aproximadamente un área de 49,000 km2>>, señala Tomás Jover. Precisamente, sobre la subsidencia en este país, los investigadores de la UA han realizado en el marco de una colaboración con investigadores de la Universidad de Newcastle (UK), el GFZ German Research Centre y diversos centros de investigación de China el trabajo sobre Pekín Imaging Land Subsidence Induced by Groundwater Extraction in Beijing (China) Using Satellite Radar Interferometry, publicado en la revista Remote Sensing. La subsidencia se debe a la extracción masiva de agua desde el subsuelo. Esta extracción de agua genera la consolidación de suelos, dando lugar a asientos del terreno que pueden afectar a las infraestructuras apoyadas en el mismo.
Algunos otros ejemplos a destacar que remarca Roberto Tomás Jover son México, con valores registrados de hasta 280 milímetros por año, el Valle de San Joaquín (Estados Unidos), con subsidencia de hasta 270 milímetros por año y Yakarta, con valores de hasta 260 milímetros por año, donde superan los datos detectados en Pekín.
Tomás Jover colabora con el grupo de la Universidad de Newcastle (UK), liderado por el profesor Zhenhong Li, quienes han estudiado también varios casos de China, como Sanghai y Tianjin, ambos causados por extracción de agua. También está trabajando conjuntamente con el profesor Li en el Delta del Yangtze y actualizando la información de Pekín con datos nuevos para estudiar los efectos de la subsidencia en las infraestructuras, como por ejemplo en la línea de alta velocidad que discurre por el valle.
El investigador confiesa que, dado que el problema en España empieza a ser preocupante, <<también hemos creado un subgrupo dependiente del grupo de subsidencia de la UNESCO en el que participan expertos e investigadores de toda España y que lidero>>. El Grupo español de trabajo en subsidencia del terreno (SUBTER) se encuentra en la web de la UA y en él se pueden ver todas las publicaciones sobre casos de estudio en España que los miembros del grupo han llevado a cabo durante los últimos años.