REDACCIÓN/E.D.G.

SÁBADO 20-02-2016

LA UNIÓ de Llauradors alerta que la crisis por la que atraviesan los apicultores de la Comunitat Valenciana se agravará con la desaparición de un 30% de las colmenas este año debido a los efectos de la climatología y a la aplicación de plaguicidas en época de floración.

Foto E.D.G.
Foto E.D.G.

 Las colmenas de abejas están débiles esta campaña por diversas cuestiones relacionadas con la climatología. A la falta de alimento ante la escasez de floración por la ausencia de lluvias se le suman las bajas temperaturas prolongadas de los últimos días y los vientos persistentes que impiden el vuelo de las abejas y les produce la muerte.

 A la mortandad invernal normal de entre un 5 a un 10% se debe agregar otro porcentaje que puede variar entre el 10 al 20% de lo que viene siendo normal. La desaparición de colmenas y la debilidad de las que queden provocará que haya una producción de miel muy por debajo de la del año pasado.

 El uso de los plaguicidas en la floración de los árboles frutales también provoca en estas últimas semanas la muerte de un gran número de colmenas, sobre todo en los de floración temprana como melocotoneros y nectarinos.

 “Se trata de una campaña muy adversa climatológicamente para las abejas con una combinación de circunstancias muy perjudiciales que se agravan con el uso indiscriminado de insecticidas, lo que agravará sin duda la situación de los productores”, señala Carlos Muñoz, responsable del sector apícola de LA UNIÓ.

 En este sentido a la desaparición de un gran número de colmenas año tras año hay que sumar también el aumento de los costes de producción (seguros, desplazamientos, etc,.) para los apicultores de la Comunitat Valenciana o las limitaciones para producir miel de azahar, por lo que caben medidas urgentes desde las Administraciones para que el oficio no desaparezca.

 LA UNIÓ indica que las abejas existen en la tierra desde hace más de 60 millones de años y pueden sobrevivir sin los humanos. Sin embargo, el homo sapiens, que apenas lleva 250.000 años en el planeta, no puede sobrevivir sin las abejas. La supervivencia y la evolución de más del 80% de las especies vegetales del planeta y la producción del 84 % de las especies cultivadas en Europa depende directamente de la polinización entomófila. No olvidemos por tanto que un tercio de la dieta humana procede directa o indirectamente de la polinización realizada por las abejas.

 Precisamente este fin de semana se celebran en Burgos las III Jornadas Apícolas de la Unión de Uniones a las que asistirán apicultores de la Comunitat Valenciana. Los participantes abordarán todo lo relacionado con la apicultura, los retos y las estrategias sanitarias, el manejo de colmenas o los métodos de control de la varroa, un ácaro que mata las colmenas.

Con estas jornadas pretende subrayar la importancia de un sector que suma dos millones y medio de colmenas en España, el primer país productor de miel de la Unión Europea, sobre todo en comunidades autónomas como la nuestra, Castilla y León, Andalucía y Extremadura, que son las que más producen y más colmenas tienen en el territorio estatal.