Con ellos (Aznar, Zaplana y Aguirre) empezó todo

Pepe Lopéz

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LUNES 15-02-2016

¿Qué tienen en común los apellidos Aznar, Zaplana y Aguirre? Sobre todo y ante todo dos cosas: que llegaron envueltos en las sombras de la sospecha de corrupción y que se pasaron todo el tiempo hasta hoy dando lecciones de moralidad pública.

José María Aznar aterrizó en Madrid tras una más que discutida y discutible gestión en Castilla y León, exonerado de las acusaciones de corrupción por su gestión de la autonomía y proclamando en el congreso de Sevilla que lo elevó a los altares populares aquella premonición que lo perseguirá hasta la tumba: “El PP es incompatible con la corrupción”. Solo ha habido que esperar que el tiempo pasase para saber el verdadero alcance de aquellas palabras.

Eduardo Zaplana inició su meteórico ascenso al púlpito reservado a los dioses del escarnio y el cinismo político con la “compra” de la edil socialista en Benidorm Maruja Sánchez, acto diabólico que le abriera las puertas de la caja del Ayuntamiento benidormense y de cuyo reguerro bien saben por tierras valencianas. Aquello, el pacto de sangre con una tránsfuga socialista, que bien caro costó al erario público, fue el principio. Lo demás está en los libros. Incluida aquella otra frase no menos premonitoria que aparece en los libros proscritos del caso Naseiro de “Estoy en política para forrarme”

¿Y Esperanza Aguirre? Nada habría sucedido como sucedió sin eltamayazo. Sin ese bochornoso y nunca suficientemente investigado capitulo mafioso de compra de voluntades de dos diputados autonómicos socialistas. Y Aguirre nunca habría cabalgado como amazona indomable en las tierras gobernadas por el PP madrileño, donde, en emulación tardía de Felipe II y como de todos es sabido, parecía que nunca jamás se volvería a poner el sol. Hoy, tras Esperanza, las nubes de la podredumbre apenas si dejar ver el cielo de la capital del Reino.

Antes hemos dicho que estos tres personajes les unen dos cosas. Bueno, en realidad, han sido tres. No hay que olvidar, por extraño que parezca hoy en día, que todos ellos están unidos por la forma de irse. Se fueron cuando y como quisieron y sin que jueces ni Policía les apurasen. En eso también hay que reconocerles mérito. Jinetes del Apocalipsis hurtados a la historia de este país. En twitter@plopez58