Sobre el nombramiento de asesores y el “eterno clientelismo del PP”

Grupo Municipal de Cambiemos Orihuela

ORIHUELA 12-11-2015

Uno de los elementos centrales del actual ciclo electoral ha sido el modo en que las instituciones se han convertido, más allá de las siglas concretas de quien las gobernase, en una suerte de cortijo particular al servicio de una minoría. En el caso de Orihuela esto ha sido especialmente flagrante, donde durante largos años el PP gobernó nuestra ciudad como una hacienda privada y donde dejó herencias y vicios antidemocráticos que, por desgracia, no terminaron de romperse y hoy vuelven con fuerza renovada.

Una buena muestra de este uso interesado de las instituciones y los recursos públicos han sido los asesores y el personal eventual. Desde Cambiemos Orihuela entendemos que, en un contexto de absoluta emergencia, y ante numerosos retos políticos, cualquier gobierno digno puede necesitar apoyo técnico-político en un momento dado, pero de ahí a utilizar esa excusa para regalar un sueldo público a tus amigos, generando una red clientelar, hay un paso. En nuestra formación entendimos que el eslogan de “asesores no” hubiera sido hacer demagogia, sin embargo, propusimos una regulación democrática de los mismos. En primer lugar cada concejalía debía activar los “consejos ciudadanos”, o “consejos sectoriales”, como órganos de participación activa en cada área de gobierno para que, de ese modo, cada concejal recibiera “asesoramiento gratuito” de aquellos vecinos y vecinas implicados en el desarrollo de su ciudad. Por otra parte, el propio ayuntamiento debía ejercer una reorganización a través de una RPT y otros mecanismos para revalorizar al funcionariado, haciendo a éste más partícipe de las líneas de acción política. Sólo en caso de que estos mecanismos fuesen insuficientes se debería contemplar la contratación de la figura de “asesores”. Ahora bien, estos debían ser contratados por obra y servicio, dando cuenta de cuál era su misión y objetivo, y además, su currículum y méritos debían ser públicos a efectos de transparencia.

Desde que el PP llegó al gobierno ha creado ya 15 puestos de asesoría. Aunque, de momento, ha contratado 8. Sin embargo, con un par de excepciones, la mayoría de ellos vienen de la Cruz Roja (caso de Mónica Díaz, muy cercana al alcalde en su época en la ONG), o, directamente, del Partido Popular, como Nadia García o Pablo Lorenzo, Fernando Pascual o Jesús Salinas, que ocupan los puestos 14, 15, 16 y 20, respectivamente, en la lista del PP a las elecciones municipales. Alguno de ellos tiene poco o nada que ver con el área en que asesoran.


Todo esto huele al clientelismo de siempre, y denota la forma caciquil en que se organizan las candidaturas de ciertos partidos. Ahora llega el momento de devolver los favores a cambio de sueldos públicos. Da la sensación de que, desde que llegó al poder, el PP ha comprado la paz con salarios. Primero la paz institucional con los sueldos a Ciudadanos; y ahora la paz dentro del partido con sueldos a aquellos que no ocuparon puestos “de salida”. Todo ello sin olvidar la forma en que las fronteras entre lo público y lo privado se están diluyendo para un alcalde que no diferencia muy bien su papel como presidente de la Cruz Roja, del que supone presidir una institución pública y democrática.

Desde Cambiemos Orihuela llamamos al gobierno local a hacer público el currículum de todos y cada uno de los asesores contratados, así como justificar en una breve memoria la función de cada uno de ellos, para que así la ciudadanía pueda evaluar la necesidad e idoneidad de su puesto y  labor. En cualquier caso, asumimos que un partido construido a espaldas de la gente, y con un proyecto absolutamente ajeno al cambio democrático que la ciudadanía demanda para nuestras instituciones, sólo está haciendo aquello que mejor sabe hacer: poner los poderes públicos al servicio de sus necesidades privadas.