El Gobierno cifra en 2.000 los enterramientos en el país y la ARMH estima que podrían ser el doble pero nunca se hizo “un estudio serio”

Una de las fosas comunes que no recoge el listado se sitúa en el campo de concentración de Albatera, actual San Isidro

TEXTO ARMH/eldiario.es/E.D.G.

El mapa de fosas del Gobierno de España cifra en 2.000 las sepulturas ilegales tras las ejecuciones en laimages Guerra Civil y la dictadura. Es el cálculo más optimista. Según la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) el número puede alcanzar el doble. Como recuento global de intervenciones, solo aparece el de la Sociedad de Ciencias Aranzadi: 332 (del año 2000 a finales de 2012) con restos óseos recuperados de unos 6.300 desaparecidos que incluyen los 2.840 del cementerio de Málaga. Una de las fosas comunes que no recoge el listado se sitúa en el campo de concentración de Albatera, actual San Isidro.

A ese ritmo –la media no llega a 30 fosas al año–, la sociedad española cerraría la cicatriz en décadas. La impresión de trabajo incesante sobre la tierra, de existir, no es más que un efecto. Un leve goteo que mantienen asociaciones de derechos humanos y familiares de desaparecidos forzados frente al abandono institucional a las víctimas del golpismo, a las más de 100.000 personas que yacen en cunetas.

España, solo superada por Camboya

La cifra coloca al país en segundo lugar de un macabro escalafón mundial que lidera Camboya con 1,5 millones de ejecuciones entre 1975 y 1979 a manos de los Jemeres Rojos del dictador Pol Pot. Pero “no hay un estudio serio sobre el número de fosas que hay en España”, refiere el vicepresidente de la ARMH, Marco González. Varias comunidades autónomas han trabajado en su propia cartografía de la ignominia, “pero no están todas”.