La sala de exposiciones “Mengolero”, situado en el barrio de cuevas del Rodeo vuelve después del verano con la exposición de Andrea Lopardo Fidanza que tendrá lugar el próximo domingo 20 de septiembre a las 12:00 horas. El Equipo de la Sala Mengolero señala que es todo un placer de presentar la obra de la licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Buenos Aires titulada “Interioridades”
Lopardo ha dirigido su trayectoria artística especializándose en el retrato desde su llegada a España, tanto en pintura como en escultura. Su proyecto ha integrado varias disciplinas artísticas, reportándole grandes satisfacciones durante su estancia en Galicia. En Murcia, se vuelca de lleno en su carrera artística y participa en numerosos eventos.
Las exposiciones más destacadas hasta el momento han tenido lugar en el Jardín Japonés, Palermo, Buenos Aires (2001) y en la Casa Díaz Cassou, en Murcia (2011).
Marian García Arroyo nos comenta acerca de la muestra de Lopardo, el hecho de como utiliza el propio entorno expositivo como un todo que dialoga con las obras que ha creado ex profeso para esta exposición. Así, nos sorprende una emoción registrada en cada pincelada y en cada rostro. La propia interioridad de esas mujeres es la que dibuja el espacio. Es la inteligencia emocional que reflejan sus estados, la que habla en definitiva de una cualidad, que sin ser únicamente femenina, caracteriza al común de las mujeres.
El día de la inauguración, la artista ofrecerá un taller abierto para todos los públicos donde se realizará un mural en las escaleras de subida al Colegio Príncipe de España. También se podrá disfrutar de una comida en la zona de la tetería con una batukada participativa donde podrá participar cualquier persona para tocar a ritmo de percusión africana.
Marian García Arroyo nos comenta acerca de la muestra de Lopardo, el hecho de como utiliza el propio entorno expositivo como un todo que dialoga con las obras que ha creado ex profeso para esta exposición. Así, nos sorprende una emoción registrada en cada pincelada y en cada rostro. La propia interioridad de esas mujeres es la que dibuja el espacio. Es la inteligencia emocional que reflejan sus estados, la que habla en definitiva de una cualidad, que sin ser únicamente femenina, caracteriza al común de las mujeres.