“SEMÍRAMIS”. Por Rafael Moñino
SEMÍRAMIS
Rafael Moñino
Lunes 13-06-2015
Semíramis, rayo de luz pálida
que estremece la brisa matutina.
De la mirra formaste crisálida
y en sándalo tu espíritu se anima.
Címbalo es tu voz de nota cálida
que cetros de reyes difumina.
Semidiosa nutrida de ambrosías
que de buches alados recibías.
Tú, Semíramis, “niña de palomas”,
del Cáucaso hasta el Nilo, tu reinado
se extiende, difundiendo tus aromas,
del Éufrates y el Tigris coronado.
Estratega guerrera, cuando asomas
tu valor de las diosas heredado,
los mortales tu genio magnifican
y al calor de tus aras sacrifican.
Por tu mano, siríaca indomable,
Babilonia del Éufrates fue joya,
reflejo de tu ingenio memorable
como el friso divino en que se apoya,
pues queda en la memoria perdurable
de jardines colgantes la tramoya.
Si Nínive en el Tigris fue señora,
Babilonia con su brillo la desdora.
Piedra de fuego, sílice pulido,
belicosa y artificio de la paz,
encarnando, con sutil contrasentido,
feminismo y virilismo en prieto haz,
pues de diosa y mortal nació fundido
arquitrabe constructivo tan feraz.
Del halo de Astarté formó corona
el ave germinal de tu persona.