Tras tres semanas de trabajo intenso ha finalizado la IX campaña de excavaciones en el yacimiento del Cabezo Pardo de San Isidro. Esta última campaña, centrada ya en la investigación y estudio de la alquería islámica de los siglos VIII-IX, ha aportado importantes datos relativos al uso y gestión de sus espacios domésticos. El tratamiento de sus residuos, a través de la excavación de sus vertederos, o la localización de posibles áreas destinadas al desarrollo de actividades artesanales han centrado este año la investigación. El yacimiento del Cabezo Pardo y en extensión todo el conjunto de los Cabezos de los Ojales (incluido el Cabezo de las Fuentes), ha sido identificado como la alquería que formó parte de la dote de la hija del noble visigodo Teodomiro al ser ésta casada con un miembro del ejército imperial de oriente (el ŷund) llegado al territorio de Tudmīr a mediados del siglo VIII.
De dicha alquería, mencionada por el geógrafo andalusí al-Udrī, se sabe poco más que su nombre: Tall-al-Jattab, de ahí la relevancia de su estudio y puesta en valor.
Esta IX campaña de excavaciones ha sido posible gracias a la presencia de un grupo de arqueólogas/arqueológos procedentes de distintas Universidades españolas y que en su mayoría van a cursar el máster de postgrado en la Universidad de Alicante.
yacimiento del Cabezo Pardo de San Isidro. Esta última campaña, centrada ya en la investigación y estudio de la alquería islámica de los siglos VIII-IX, ha aportado importantes datos relativos al uso y gestión de sus espacios domésticos. El tratamiento de sus residuos, a través de la excavación de sus vertederos, o la localización de posibles áreas destinadas al desarrollo de actividades artesanales han centrado este año la investigación. El yacimiento del Cabezo Pardo y en extensión todo el conjunto de los Cabezos de los Ojales (incluido el Cabezo de las Fuentes), ha sido identificado como la alquería que formó parte de la dote de la hija del noble visigodo Teodomiro al ser ésta casada con un miembro del ejército imperial de oriente (el ŷund) llegado al territorio de Tudmīr a mediados del siglo VIII.