logo

LUNES 27-10-2014

Si el racismo y la xenofobia y algunas formas de nacionalismo dicen se curan viajando, hay otras carencias de la mente que ni así. Que ha dicho Rajoy que ahora que viaja por ahí el hombre ha podido ver lo adelantados que estamos porque pocos países como nosotros tienen tantos AVEs (trenes de alta velocidad), aeropuertos y autopistas

Desde que otro iluminado de la alta velocidad como el exministro socialista de Infraestructuras José Blanco presumiera, meses antes de la quiebra del país y del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, de que España era, tras China, el segundo país del mundo con más kilómetros de líneas de AVE, casi no se había oído tamaño despropósito. (Para más ilustración leer “Los desvaríos del AVE” de La Marea)

Si a Rajoy no le diera por viajar tanto podría dedicarle un tiempo a responder algunas preguntas tan simples como éstas: ¿Se ha preguntado señor presidente por qué esos países por los que usted dice visitar no tienen tantos kilómetros de AVE? ¿Ha osado interrogarse por qué países como Reino Unido, Francia y Alemania tienen, en conjunto, menos kilómetros AVE que España y son, así en general, sociedades que nos mejoran en muchas cosas? ¿Se ha preguntado señor Rajoy cual es la ocupación/rentabilidad media de las líneas AVE francesas y las españoles? ¿Se ha preguntado acaso por el coste social y financiero de estas obras para nuestro país y si son precisamente estas obras faraónicas algunas de las razones que explican dónde estamos?

Se entiende que, entre tanto trajín, no haya tenido udsted un momento de reposo para hacerse algunas de estas y parecidas preguntas, menos de tener a mano las respuestas. Y por eso debe ser que usted, señor Rajoy, prefiere ser como el conductor suicida aquel que circulaba en sentido contrario por una autopista y veía, sorprendido y extrañado, como todos los coches le venían de frente y sin ser capaz él de hacerse la pregunta más sencilla. ¿No seré yo el equivocado, el que circula en sentido contrario? Definitivamente, perdamos toda esperanza. Con reflexiones como la suya (“Pocos países tienen tantos…”) parece que las posibilidades de cambiar el rumbo y el sentido escasean. Y, así, ni viajando. En twitter@plopez58