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18/07/2014

La Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente ha certificado la existencia de un nido de 129 huevos de Tortuga boba en la playa de San Juan. El hallazgo se produjo a finales del pasado mes de junio por unos particulares que observaron como una tortuga marina de grandes dimensiones salida del agua y avanzaba por la playa.

El avistamiento fue comunicado a los técnicos de la Conselleria que, rápidamente y con la participación y asesoramiento de expertos de la Universitat de València, decidieron retirar el nido y trasladarlo a otro emplazamiento más seguro.

Hay que tener en cuenta que la zona elegida por la tortuga para depositar sus huevos en la playa de San Juan es utilizada masivamente por los bañistas en esta época del año, además de que se limpia diariamente con maquinaria pesada, con lo que la supervivencia de los neonatos era más que improbable.

Todos los huevos llegaron en perfecto estado y, para garantizar el éxito de nacimientos se ha construido un nido en una playa protegida del Parque Natural de l´Albufera en el que se han depositaron 89 huevos. Los 40 restantes se están incubando artificialmente en las instalaciones del Oceanográfico de Valencia. Los nacimientos están previstos para la segunda quincena de agosto.

Esta nueva nidificación de tortuga marina en las playas de la Península Ibérica es un acontecimiento de extraordinaria importancia puesto que es absolutamente excepcional. Al menos en los últimos 200 años solo se tiene constancia de cuatro intentos de cría, uno en la playa de Vera en Almería, otro en Puzol, en 2006, otro en Cataluña ocurrido en 2011 y este de Alicante.

Teniendo en cuenta que las tortugas marinas suelen retornar a reproducirse a las playas donde han nacido, esta nueva reproducción es de gran interés para la conservación de la especie en el Mediterráneo pues puede significar uno de los primeros pasos para recuperar a esta amenazada especie en nuestro litoral.

Las tortugas marinas constituyen un grupo de animales más amenazados y con importantes problemas de conservación y, por ello, están protegidas por diversos convenios internacionales, como Washington, Berna o Bonn, así como por la legislación española y de la Comunidad Valenciana.

Entre las causas principales de los grandes descensos poblacionales de la mayoría de las especies de tortugas marinas podemos destacar, por un lado, la desaparición de sus áreas tradicionales de reproducción debido a la presión turística en las costas del Mediterráneo y, por otro lado, las mortalidades accidentales resultado de la actividad pesquera.

Para contribuir en lo posible a evitar la desaparición de estas espectaculares especies, la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, el Oceanográfico y la Universitat de València colaboran desde hace varios años en su estudio y recuperación en las costas de la Comunitat Valenciana. De esta forma, todos los años varias decenas de ejemplares de tortugas marinas que aparecen varadas en las playas o son capturadas por pescadores profesionales son recogidas y trasladadas a unas instalaciones especialmente diseñadas para su acogida, situadas en el Oceanográfico de Valencia. Una vez recuperadas de sus lesiones son devueltas al mar.