Los regantes del Vinalopó y la Ribera de LA UNIÓ denuncian que se pretende enfrentarlos, mientras se cambian los usos del agua y se beneficia claramente a Castilla-La Mancha
10-04-2014
Los regantes de la Ribera y del Vinalopó de LA UNIÓ de Llauradors denuncian que el nuevo plan de demarcación del Júcar pretende enfrentar a los regantes de ambas comarcas de la Comunitat Valenciana, mientras se cambian los usos del agua y se beneficia de forma clara los intereses de Castilla-La Mancha. Una representación de LA UNIÓ de las dos zonas se reunió anoche de forma conjunta en la localidad de Muro d’Alcoi para analizar cómo les afecta el nuevo plan de la cuenca del Júcar que hace poco logró el informe favorable del Consejo Nacional del Agua.
Los regantes de la única organización profesional agraria de ámbito autonómico consideran que “nuestros gobernantes tratan de enfrentarnos en busca de sus intereses políticos y electorales pero no lo van a conseguir porque estamos más unidos que nunca y defendemos por encima de todo nuestra dignidad como agricultores y como usuarios del agua para fines agrarios”.
El nuevo plan del Júcar permite un cambio de los usos del agua en detrimento de la agricultura porque el riego no se considera prioritario perjudicando claramente un sector estratégico por la aportación de la agroalimentación en las cuentas de la economía valenciana, tal y como reconoce la propia Generalitat Valenciana.
“Se nos pretende vender un enfrentamiento inexistente entre regantes del Vinalopó y de la Ribera cuando lo que quieren es quitarnos cada vez más agua de riego a los agricultores de ambas zonas, desviarlo a otros usos y destinarlo a crear nuevos regadíos en otras comunidades autónomas”, señalan regantes de LA UNIÓ de las dos zonas valencianas. Prosiguen diciendo que la situación actual es muy grave y al menos por lo que se refiere a los agricultores debemos ir todos unidos porque “nos han pasado de machacar con el “agua para todos” que nos arengaban hace unos años a un nuevo lema que no lo nombran de “nuestra agua para todos”.
Este plan también beneficia claramente los intereses de Castilla-La Mancha en detrimento de la Comunitat Valenciana. Tanto el Gobierno central como la Generalitat con su apoyo al Plan del Júcar dan la espalda a los regantes del Vinalopó y la Ribera y se posicionan a favor de los castellano-manchegos. En el primer caso es lógico por la fuerza de Mª Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, pero en el segundo es injustificable e intolerable y una muestra más de debilidad de nuestro ejecutivo autonómico. En este sentido cabe criticar la escasa sensibilidad y atención de nuestra Generalitat hacia la agricultura y los regantes a los que “sólo pretende utilizar para sus intereses electorales”. Tampoco es entendible la abstención de los regantes valencianos de la USUJ tanto en el Consejo Territorial como en el Nacional pues no han defendido a los usuarios a sabiendas de que les perjudica.
El Plan Hidrológico del Júcar consolida los regadíos de la Mancha Oriental (Cuenca y Albacete) que no están cuantificados ni controlados, consolida explotaciones alegales de pozos y abre la posibilidad de ampliar nuevos regadíos al pasar de una dotación de 65 a 100 Hm3.
Esta circunstancia provocará que se limite el agua tanto en la Ribera como en el Vinalopó en el presente y en el futuro. Según LA UNIÓ el Júcar cada vez tiene menos agua y con el nuevo plan y el período de sequía en el que hemos vuelto a entrar se limitan todavía más las aportaciones a ambas zonas.