ORIHUELA 18-02-2014

La sede de la Fundación Cultural Miguel Hernández, ubicada en el Rincón Hernandiano, en Orihuela, fue inaugurada en junio de 2002. Casi doce años después la situación de la misma es lamentable, por culpa de unos y otros y por la dejadez de todos los grupos municipales de Orihuela. 

Unos contundentes (y deprimentes) datos:

-Desde febrero de 2012 no hay personal municipal adscrito a un edificio de titularidad municipal como es el de la Fundación. Según la prensa, el Ayuntamiento debe, hasta la fecha, las asignaciones de 2008 y 2009.

-El edificio no cuenta con un sistema de vigilancia, después del robo sufrido el pasado 30 de julio, y en la Sala de Exposiciones también unos ladrones entraron en noviembre pasado. A la limpiadora le robaron hace unas semanas el bolso mientras trabajaba.

-Los dos aparatos de aire acondicionado y calefacción no funcionan desde hace más de un año.

-Hay pintadas en la fachada del edificio así como algunas losetas están rotas y no se reponen

-No existe el panel de la Ruta Hernandiana en el monolito. Para qué seguir.

 En 2010 a todos se les llenó la boca con el poeta, con rutilantes actos, en muchos casos vacíos de contenido, sólo útiles para la oportuna foto. La Casa Natal sigue sin abrirse, pese a las amenazas de Antonia Moreno, que no consumó, como era previsible. ¿Dónde está el “viento del pueblo”?

Y los nuevos inquilinos de la “casa del pavo” siguen dejando languidecer el buque insignia de la difusión de la obra del Poeta del Pueblo.

Es lamentable que en la Fundación dediquen más tiempo a tareas administrativas (por no haber personal) y a notificar una tras otra los desperfectos (porque no se reparan), que a trabajar en traducciones del corpus hernandiano (tan necesarias) y en su difusión.

Mercadearte está muy bien como proyecto dinamizador y cultural del barrio…. un domingo cada dos o tres meses, ¿pero y el resto de días?

En el fondo, quienes todavía gobiernan en la levítica y sotánica Oleza actúan con el mismo desprecio hacia Miguel Hernández que el de los que les precedieron, representantes de la más rancia y casposa derecha, que se limitaron a cambiar la cara del auténtico Miguel Hernández para servirse de su figura, manchando su legado.

Y en estos días en los que el pueblo ha conseguido con sus justas reivindicaciones cambiar algunas decisiones de los gobernantes, es hora de que en Orihuela también se despierte ese huracanado viento que cantó y defendió el poeta cabrero.