Lúgrubes Goteras. Por Rafael Moñino
LÚGUBRES GOTERAS
Por Rafael Moñino
De arábigas tejas el techo cubierto
que gime del peso combando los ríos,
rendijas y grietas traspasan los fríos
sobre el pobre cuarto de muebles desierto.
Tumbado en el suelo, donde yace muerto,
el viejo inquilino, al que fueron baldíos
potingues caseros y más desvaríos,
que, abiertos los ojos, parece despierto.
Las gotas de lluvia con fuerza repican
el pobre tejado de línea curvada,
y sendas goteras la estancia salpican.
Por cubrir su cuerpo de barriga hinchada,
con mantel de hule un sudario fabrican,
y sólo le dejan, inmerso en la nada.