LA PALABRA.Por Rafael Moñino
LA PALABRA
POR RAFAEL MOÑINO
Verbo que subyuga, silbo que enamora,
bálsamo que sana, flujo de armonía,
hálito divino, luz de fantasía,
faro que conduce, mano arrulladora,
címbalo del alma, sol de mediodía,
sistro que al oído transmite alegría
y efluvios gozosos de dulce templanza,
eco del amor y divina privanza
que endulza al partir la postrer agonía
e imprime su sello de fe y esperanza.
Daga que asesina cual la vieja usanza,
odiosa ponzoña que insidia y difama
haciendo jirones en la buena fama
de honras ajenas -mezquinavenganza-,
y la propia, ruin, como estrella proclama.
Ofidio del mal, cuya lengua soflama;
clavo que taladra, fusta que zahiere,
grito que aturulla si razones quiere
-que recta justicia su violencia llama-
y canta victoria cuando el justo muere.
Eso es la palabra. Quien verlo quisiere
mírese por dentro, que los corazones
entre blanco y negro buscan sus razones
mudando al color que su afán les sugiere,
y con él se afirman en sus opiniones.